Es muy probable que, leyendo el primer párrafo, te hayas hecho a la idea de que Marc es un médico de vocación, que ama su profesión, y que daría lo que fuese por sus pacientes. Pero ese tipo de personaje lo encontrarías en una lectura mucho más complaciente de lo que es la que traemos hoy. Así que si no está en tus planes una lectura incómoda, lo mejor es que dejes pasar este libro. Realmente no sabemos si es vocación por la medicina real, pero pronto (desde el primer capítulo) nos damos cuenta de que Marc aborrece cada minuto que pasa en su consulta, y que soporta a un número muy reducido de sus pacientes.