sábado, 23 de febrero de 2013

Receta de éxito.


A través de la escritura, algunos autores son capaces hacernos sentir lo escrito como si formásemos parte de ello. Por medio de precisas y preciosas descripciones, asistimos a paisajes y escenarios como si estuviesen ante nuestros ojos, deleitando con ello nuestros sentidos de la vista y del tacto, y siendo parte fundamental del estilo narrativo de muchos escritores.

Hay también creadores que son incluso capaces de poner en funcionamiento nuestro sentido del olfato, y una de las mejores pruebas de ello es la cantidad de aromas agradables y otros tantos desagradables con los que Patrick Süskind nos introdujo en el “Evanescente Reino de los olores”, olores que el protagonista Jean-Baptiste Grenouille es capaz de sentir con mayor intensidad que los demás, y cuya historia nos es contada en  “El perfume”, convirtiéndolo en un Best Seller dotado con una buena dosis de originalidad, y que perduró en las listas de los más leídos en los años ochenta y noventa del siglo pasado.

lunes, 18 de febrero de 2013

Legión de Rechazados


Una profesión realmente básica en el mundo de la Literatura, al menos hasta estos momentos (el tiempo dirá si la autopublicación es el futuro), es la de editor. Recibir cientos o miles de manuscritos de autores conocidos y, sobre todo, desconocidos, con una enorme amalgama de géneros y de calidad en dichos escritos, y de entre todos ellos decidir un pequeño número de publicables, se me antoja complicado…

El tipo de libro que triunfa en ese momento, el olfato del propio editor, o incluso sus propios gustos personales, pueden hacer que se decante por publicar un determinado libro, rechazando con ello a los demás escritores y sus manuscritos.

lunes, 11 de febrero de 2013

San Valentín.

AMOR: Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
Si consultamos el Diccionario de la RAE ésta es la definición literal que nos vamos a encontrar. Aunque se trate de algo más subjetivo que cualquier otra cosa, creo que además de esa definición podemos afirmar que, en la sociedad occidental que nos ha tocado vivir estos días,  para la mayoría de las personas que la forman es una de las más importantes constantes y que aparece habitualmente en las primeras líneas de la definición personal de la palabra FELICIDAD.
Como es natural, en cada cultura (y en cada época) el amor tuvo o tiene una consideración diferente y un grado de importancia acorde con dicha consideración. Esas diferencias también las podemos observar en la importancia que tuvo en cada una de las etapas artísticas, si bien es cierto que, ya fuese en mayor o menor medida, en todas y cada una de las etapas estuvo presente como fuente de inspiración para artistas de toda índole y condición.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Pulitzer.


De nombre Joseph Pulitzer, y nacido en Hungría en 1847, desde joven notó una gran vocación militar. Sin embargo, el rechazo sufrido al intentar enrolarse en los ejércitos Austro-Húngaro, Francés e Inglés, lo llevó a cruzar el Océano Atlántico en 1864, para participar en la Guerra Civil Estadounidense. Una vez finalizado el conflicto, se establece en la ciudad de San Luis (Missouri), y por una serie de casualidades termina comenzando su carrera periodística como empleado en una publicación en idioma alemán, el Westliche Post.

También en esa época comenzó una carrera política en el Partido Republicano, y cuatro años más tarde consiguió hacerse con la propiedad del diario en el que trabajaba. Además, adquirió otro periódico de la misma ciudad, y con ambos fundó el “St. Louis Post-Dispatch”.

En ese momento comienza la leyenda de Pulitzer, cuyo poder fue aumentado exponencialmente a medida que iba adquiriendo y refundando periódicos, instaurando unos métodos periodísticos centrados en conseguir lectores, empleando para ello fuentes dudosas y poco afines a la veracidad, buscando el sensacionalismo y el impacto social, una práctica tan extendida en la actualidad…

lunes, 4 de febrero de 2013

"La carretera", de Cormac McCarthy.


Nos encontramos en una era post apocalíptica, en un mundo completamente cubierto de cenizas, en el que la desolación invade la vida de los escasos supervivientes. En tan hostil entorno la civilización  va menguando hasta quedar reducida a la mínima expresión, siendo abruptamente sustituida por el más primitivo instinto de supervivencia.

En este incómodo escenario carente de animales y de plantas, y en el que la ausencia del sol es una constante, nos encontramos a un padre y su hijo, en largo y penoso viaje que atraviesa el país (o sería más conveniente definirlo como territorio), en una desesperada huida del terrible frío y en busca del salvador mar.

La vida diaria de nuestros protagonistas se reduce a empujar un carrito de supermercado en el que transportan sus ínfimas posesiones por la carretera que vertebra la narración. Encontrar algo que comer es casi una quimera, y se convierte en imprescindible el evitar el encuentro con el resto de seres humanos supervivientes, cuya humanidad es reducida o casi eliminada por el hambre y la desesperación. Así que cada día se convierte en una victoria, en la que logran no ser alimento del resto de individuos que intentan sobrevivir.