Al igual que sucede en todas las
profesiones que se ejercen, depende de la persona ejerciente el modo de
llevarla a cabo. Así, encontramos a gente dedicada a su labor en cuerpo y alma,
y gente que simplemente cumple con el expediente de la forma más cómoda y menos comprometida posible. Además, hay personas que separan totalmente su vida privada de su vida
laboral, y gente que mezcla ambas de forma que su tiempo libre se llena con
situaciones y compañeros laborales. Sería una tarea descomunal hacer un listado
de las diferentes maneras en las que cada uno afronta su profesión.
Pero, como sospechas, la
profesión que nos interesa en esta página es la dedicada a producir textos
literarios, y en ella nos vamos a centrar. Dado que es una profesión peculiar,
de cara al público, suele tener una serie de añadidos a la tarea de encerrarse
ante un ordenador, máquina de escribir o pluma para desarrollar su talento.
Así, las interminables promociones de los lanzamientos literarios ocupan meses
de los escritores más o menos renombrados.