Kim Lange es una de las más
exitosas presentadoras de la actualidad en la televisión alemana. Vive en una treintena recién
estrenada y ya se encuentra en la cima de su carrera y en lo más alto de su
profesión. De hecho la atractiva Kim es una de las más firmes (la más firme) candidatas a conseguir el premio al mejor Comunicador en la Gala de los Premios de Televisión a la que va a
acudir. Sin embargo, tras tantas luces en lo que respecta a su vida profesional, sin duda su vida personal es su talón de Aquiles.
Hace mucho que su ambición por
ascender en su mundo televisivo se llevó por delante sus escrúpulos en el trato
hacia sus compañeros (y cualquier ser humano), y debido a su excesiva dedicación a su trabajo también se vio resentida su familia, formada por su
marido Alex (que renunció a su carrera por ella) y su hija de tres años Lilly, a los que apenas presta atención. Se podría decir
que, tras un desafortunado y absurdo accidente que acaba con la muerte de su
protagonista todos estos matices deberían de dejar de ser importantes, pero no
es así.