domingo, 31 de enero de 2016

"La casa de las bellas durmientes", de Yasunari Kawabata

En las afueras de Tokio existe una extraña y desconocida posada. A ella acuden ancianos a dormir, aunque a ello se suma una extraña particularidad. Y es que, tal y como le ha sido ofrecido a nuestro protagonista, Eguchi, los ancianos pasan la noche con desconocidas jóvenes que yacen profundamente dormidas a su lado, y sin la protección de más ropa que las sábanas y colcha de la propia cama.

Yoshio Eguchi narra las vivencias que le transmite el contemplar a la primera muchacha (rigurosamente seleccionada por la regenta de la casa tanto por su hermosura como por una imprescindible virginidad) en un acto tan íntimo como es el dormir. El requisito de la posada es no realizar ninguna acción que pueda considerarse inapropiada, lo que conllevaría el ser expulsado de ese selecto club.

martes, 19 de enero de 2016

Libros en serie

De sobras es conocida la relación que existe entre la literatura y el séptimo arte: el cine. Como hemos visto en numerosas ocasiones, grandes películas obtuvieron su guión comprando los derechos de un libro que había sido publicado. Para un autor vivo el hecho de que su libro sea llevado a la gran pantalla supone una oportunidad de colocar sus obras entre las más vendidas.

También hay que indicar que en algunos casos (en una descorazonadora mayoría de casos) el resultado de la colaboración entre Literatura y Cine no deja satisfechos ni a lectores ni a espectadores, con lo que la obra queda devaluada. Por último mencionar esos libros que no superaron un discreto éxito, o incluso un éxito inexistente, y cuya adaptación fue un éxito y con ello el libro tuvo una segunda vida mucho más productiva. (consulta la entrada sobre "Libros de película")

miércoles, 6 de enero de 2016

"Bartleby, el escribiente", de Herman Melville

En la Nueva York del Siglo XIX, en el pujante barrio en el que se encuentra la conocida Wall Street, un  abogado regenta su pequeño pero rentable negocio, en el que además de él tiene contratados a dos copistas (escribientes o amanuenses) y un chico de los recados. Dado la carga de trabajo que manejan el abogado cree necesario contratar a otro escribiente que se sume a las tareas de sus empleados: Nippers, Turkey y Ginger Nuts.

De ese modo nos es presentado el personaje que centra el relato, que como su título indica es Bartleby. En principio demuestra su gran capacidad para desarrollar el trabajo que se le encomienda con meticulosidad y dedicación, con lo que el abogado comprueba satisfecho el acierto que supuso su contratación.