La madre de Tatako, parece
evidente, está muy preocupada por la situación, que parece que puede llegar a enquistarse
y ensombrecer el futuro de la muchacha a
medio plazo; debido a ello comenta con familiares y amigos la necesidad de su
hija de cambiar de aires. La solución resulta ser su hermano Satoru, tío de
Tatako, del que guarda un bonito recuerdo aunque hace tiempo que no lo ve.
Satoru le ofrece un cambio inmediato y radical: ayudarle en la librería que
regenta en el barrio de Jimbocho y, además, ahorrarse un dinero en alquiler ya
que puede ocupar un pequeño cuarto en la planta superior, que hasta ahora se
había utilizado exclusivamente de almacén.