Nos encontramos en
la Lisboa del año 1938, lo que supone una situación política muy particular: en
Portugal estaba al mando Oliveira Salazar, durante lo que se llamó la Segunda
República o Estado Novo y que, incluyendo algunos cambios de contenido, supuso
una dictadura dirigida por Oliveira Salazar que acabó bastantes años después,
con la Revolución de los Claveles. Además, en la Península Ibérica se estaba
también librando una batalla por el poder en España, que suponía un campo de
pruebas para que las potencias ensayasen lo que parecía y finalmente resultó inevitable: un
conflicto a nivel mundial, que comenzó un año después.