viernes, 17 de mayo de 2013

A título póstumo.


El nombre de Max Brod (escritor, compositor y periodista checoslovaco de primeros del S XX) es un nombre que probablemente a la mayoría de nosotros no nos diga gran cosa. Sin embargo, la forma en la que Max traicionó a uno de sus amigos, le hizo tener un hueco en la historia. Nos referimos al encargo que recibió en 1924 como albacea en el testamento de su amigo, que le solicitaba que destruyese todos los manuscritos que permanecían en su poder, para evitar que fuesen publicados.

La destrucción debía de realizarse en una hoguera en un acto con cierta solemnidad en las instalaciones de un castillo. Max no sólo hizo caso omiso a dicho encargo, sino que se encargó personalmente de que la mayoría de ellos fuesen publicados. Entre ellos se encontraban obras como “El proceso”, “El castillo” o “Carta al padre”. Gracias a ello, el escaso éxito que había tenido el autor en vida, fue aumentando hasta convertirlo en uno de los más reconocidos autores del siglo pasado. Se trata de Franz Kafka.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Premoniciones.


Resulta curiosa la relación que tienen ciertos hechos relevantes de los últimos tiempos con lo publicado por varios autores años atrás, ya que nos puede parecer que dichas situaciones fueron vaticinadas por algún escritor un tiempo antes de que sucediesen. Partiendo de la base de que seguramente no son más que meras casualidades, no por ello dejan de llamar la atención algunas de las coincidencias entre lo escrito y lo real. A continuación veremos algunos asombrosos ejemplos de lo mencionado.

En el ya lejano 1884 un pequeño yate inglés (el Mignonette) naufraga cerca del Cabo de Buena Esperanza en su tránsito hacia Australia.  A consecuencia de ello, y habiéndose hecho con escasas provisiones, los cuatro tripulantes del buque se aferran al bote salvavidas. Son el capitán Dudley, el oficial Brooks, el navegante Stephens y el joven grumete Richard Parker.