En la Literatura nos podemos
encontrar con un sinfín de personalidades y un sinfín de personajes diferentes
y con sus peculiaridades y particularidades;
muchos de ellos pasan por nuestra vida sin pena ni gloria, y entran en
el cajón de nuestro olvido en cuanto iniciamos la siguiente lectura. Sin
embargo, alguno de esos personajes es capaz de lograr que muchos lectores se
identifiquen plenamente con ellos, o que identifiquen su modo de actuar
llegándolo a mostrar como ejemplo de ello.
Tal es la manera en la que dichos
personajes son capaces de adquirir notoriedad, que el mero hecho de mencionar ciertos
nombres hace que los relacionemos inmediatamente con una determinada actitud
ante la vida, con una determinada característica, o incluso un determinado
calificativo, que se convierte en sinónimo del nombre del personaje literario.