Tara nace en el seno de una familia que sigue con rigurosidad los preceptos de la religión mormona, en un paraje aislado de las montañas de Idaho. La familia se sustenta sobre la figura paterna, un padre que está convencido de que el Apocalipsis acecha a la vuelta de la esquina. Así, prepara a su familia para lo peor en cada uno de los días de su vida.
Además (siento no conocer las bases de dicha religión, y por lo tanto no saber si es característica propia o extendida) el padre desconfía principalmente de todo lo que tenga que ver con el gobierno, viendo por ejemplo el sistema de sanidad como un peligro en el que se inocula veneno a los ciudadanos para que formen parte del obediente rebaño. Dicha creencia hace que ninguno de los miembros de la familia de Tara acuda jamás al médico u hospital, ya que sería una traición a sus creencias.