viernes, 4 de junio de 2021

"Sapphira y la joven esclava", de Willa Cather

 Nos encontramos en el año 1856, en Black Creek Valley, en el estado norteamericano de Virginia. Teniendo en cuenta que cinco años más tarde se iniciaría la Guerra de Secesión, y ya se germinaba cierto descontento en parte de la sociedad con respecto a la esclavitud, que sería la principal causa del conflicto bélico. Como sabemos, en el bando Confederado se alinearon los estados que querían seguir con ese tipo de explotación humana. Virginia, la tierra en la que se desarrolla la historia que traemos hoy, formaba parte de este bando.

 

Sin embargo, como suele suceder, la política iba unos pasos por detrás de la sociedad y, en el valle mencionado ya no estaba bien visto el que una familia tuviese esclavos para trabajar sus tierras y hacer las tareas más duras. Aun así, la protagonista de este relato, Sapphira Colbert, está muy lejos de aceptar deshacerse de esos privilegios, y tiene un grupo de personas negras trabajando para ella. Entre ellas se encuentra Nancy, hija de Till, otra de las esclavas de la “señorita” Colbert. Nancy lleva un tiempo que nota que ha perdido el cariño o apego que le tenía su ama.

 

Los motivos de esa pérdida de confianza y del consiguiente cambio de trato, un cambio de trato que cada vez es más evidente y más brusco, hay que buscarlos en la mente de Sapphira, que sospecha que su esposo, el molinero Henry, está demasiado pendiente de la joven (mulata), mucho más de lo deseado por la ama. Así, habrá un tira y afloja sobre si han de deshacerse de ella y la forma en la que ha de realizarse el cambio, si es que se produce.

 

Willa Cather es una escritora nacida en Black Creek Valley, Virginia (sí, no hace falta que busques unas líneas más arriba, ya que es exactamente el lugar donde se desarrolla la trama) en 1873. Entre sus logros más importantes está, sin duda, el haber conseguido el premio Pulitzer en el año 1922 por su obra “Uno de los nuestros”. He de confesar que no tengo mucho apego por los premios, ya que no siempre conecto con las obras galardonadas, pero si he de elegir uno que me haya proporcionado lecturas que me hayan llegado sin duda es el Pulitzer.

 

Como no podía ser de otra manera, nos podemos hacer una idea del talento de la autora de la obra que visitamos hoy. Un talento enorme. En esta ocasión nos presenta un grupo de personajes liderados por una incombustible y poderosa Sapphira, que no está dispuesta a que nadie se cruce en su camino o que intenten moverla un ápice de sus intenciones. Su marido, Henry, honrado y apocado hombre que hace mucho tiempo sabe que ha de vivir a la sombra de las convicciones de su esposa y guardar una distancia prudencial con ella siempre que sea posible.

 

Junto a ellos conoceremos con detalle el comportamiento y las tareas que han de realizar los esclavos y, sospecho, para ello la autora se valió de sus conocimientos personales y de las historias que habrá oído de voz de sus familiares. Además Willa Cather es capaz de transportarnos literalmente a los paisajes de la montaña en la que se crio, con unas descripciones que parecen querer salir del papel.

 

Hasta el momento he desgranado las virtudes de la autora (muchísimas) y de la obra que traemos hoy, pero también he de poner en la balanza lo que he echado en falta: lamento haber sentido que la obra no fue una obra maestra por (a mi parecer) un argumento no suficientemente trabajado. Además, da la impresión de que la intención de la autora de plasmar el mayor número posible de caracteres y de comportamientos, incluyendo para ello a muchos personajes, hizo que se profundizase menos en todos ellos, dejando un poco huérfana  la trama. Es evidente que no estoy capacitado para poner nota a una obra pero sí intentaré expresar que resultó una lectura notable pero, de haber tenido más consistencia la trama, hubiese sido una experiencia de un sobresaliente mayúsculo. Una lectura agradable.