sábado, 9 de noviembre de 2013

Liberar un libro.

El acto de liberar un libro consiste en depositarlo en un sitio en el que pueda ser localizado con facilidad por un futuro nuevo y desconocido lector. El altruista gesto suele proporcionar a la persona que lo libera una buena dosis de satisfacción, emoción por lo desconocido e incertidumbre por el futuro de su libro.

Esta costumbre está adquiriendo mayor relevancia con el paso de los años, dando una nueva utilidad a un libro que probablemente estaba olvidado en una estantería y al que se le sacará provecho y, quién sabe, podrá ayudar a alguien que tiene dormido el hábito de leer a recuperarlo.

El origen de este movimiento lo encontramos en marzo de 2001, cuando a Ron Hornbaker se le ocurrió adaptar la costumbre de WheresGeorge.com (que se dedicaba a hacer un seguimiento por todo EEUU de billetes), al mundo de los libros.