jueves, 24 de noviembre de 2016

"La edad de la inocencia", de Edith Wharton

La Nueva York de finales del siglo XIX es una ciudad cuya esfera más alta en cuanto a lo social se refiere todavía conserva estrictas costumbres (no ancestrales debido a la corta historia del país que la cobija) y las familias más destacadas de la burguesía, los denominados patricios, suponen una especie de bloque inquebrantable que ha de luchar con la llegada de familias de nuevos ricos dispuestos a prescindir de dichos convencionalismos.

Newland Archer, nuestro protagonista, es miembro de una de la más destacadas familias patricias. Con una exquisita educación, y con las creencias que le fueron inculcadas durante toda su vida, Newland disfruta del encanto de la rigidez en los modales de los de su entorno/clase y se adapta a la perfección a la vida de emociones contenidas a la que está destinado.