viernes, 25 de septiembre de 2015

Fe de erratas

El error está presente en cada una de nuestras facetas, y de hecho muchos somos capaces de equivocarnos a diario. El momento en el que escribimos es uno de los más propicios para cometer errores, que pueden echar por tierra el resultado final de un texto. Es difícil juzgar esos errores, ya que como decía, todos nosotros somos sin duda capaces de cometerlos. Sin ir más lejos, en esta misma página puedes descubrir infinidad de errores (estoy seguro) con solo echar un vistazo a las diferentes entradas.

En el mundo de la Literatura también se producen a diario errores, y erratas, que pueden venir de diversas procedencias. Una vez usado el corrector ortográfico (más necesario que utilizado por la mayoría de nosotros, omisión que asumo como propia) los escritores pueden leer y releer su escrito buscando posibles fallos.

lunes, 14 de septiembre de 2015

"Stoner", de John Williams

Hacer un resumen de los hechos que suceden en  esta novela es probablemente una de las cosas más sencillas que existen. Y es que este libro trata sobre William Stoner, hijo de granjeros y futuro granjero en su localidad natal de Booneville (Missouri), que a raíz de las dudas sobre la viabilidad de la propia granja es enviado por su padre a la Universidad para realizar la carrera de Ingeniería Agrícola. Nos encontramos en la segunda década del S XX, acompañaremos a Stoner a la Universidad, y asistiremos con él a la irrupción de la Primera Guerra Mundial.

En una de las clases a las que asiste, Stoner vive literalmente una iluminación, y decide modificar su futuro y encauzarlo hacia la enseñanza de su propia Lengua y Literatura. Por una serie de circunstancias consigue un puesto de trabajo en la misma Universidad en la que cursa sus estudios. El libro nos narra la vida de Stoner y su carrera como (discreto) profesor desde su ingreso en la Universidad hasta su muerte. Eso es todo.

Así de sencillo. Es un libro en el que aparentemente no suceden grandes acontecimientos, sino que nos es narrada una vida sencilla y de un hombre anodino, tímido y apocado, que derrocha estoicismo, en cierto modo conformismo con una vida de la que no espera gran cosa. 

sábado, 12 de septiembre de 2015

Dedicado a ti

Es difícil expresar qué significa para un lector el poder disfrutar de la dedicatoria de puño y letra de su autor favorito en uno de sus ejemplares. Sin duda ese hecho convierte en un libro en algo más que un libro, algo cercano a un tesoro personal, que va mucho más allá de lo material. Los que yo tengo la suerte de disfrutar, al menos para mí, representan otra categoría dentro de mi biblioteca.

En un hecho tan cotidiano el autor pone parte de su cariño en escribir unas líneas que van a enriquecer el abanico de sentimientos que provoca en el lector lo que su talento y trabajo han producido. Antes de que ese libro haya sido impreso, el autor probablemente haya dedicado su escritura, su publicación, su obra, a una o varias personas. A ese tipo de dedicatoria tan especial vamos a referirnos hoy.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Libros abandonados

Desisto. En algún momento de nuestra vida hay algún libro que, sea por el motivo que sea, se nos hace difícil leer, tan difícil que nos planteamos si es conveniente terminar su lectura o gastar nuestro tiempo en otras cosas que nos proporcionen mayores satisfacciones.

Con ese hecho se nos plantea un dilema por el que todo lector pasa en algún momento, y que cada uno de nosotros afronta de una manera diferente. En mi caso, he de decir que fui modificando mis costumbres desde el inicial empecinamiento por terminar un libro (recuerdo los cuatro intentos de terminar “Ulysses”, de James Joyce como un reto personal cuya culminación supuso más satisfacción por superar una prueba que deleite literario) hasta que llegó el momento de abandonar mi primer libro.

En la actualidad, he de decir que soy muy poco escrupuloso y demasiado rápido en abandonar una lectura que no me aporta nada más que hastío, y los remordimientos iniciales por ese hecho fueron sustituidos por el convencimiento de que el tiempo invertido en una lectura fallida puede ser reemplazado por varias lecturas exitosas.