Jim Dixon es un
joven profesor que ejerce su labor en una Universidad de poco prestigio situada
en una pequeña población de la principal isla británica. Al igual que le sucede
al centro donde imparte clases, Jim es un profesor discreto, se puede decir con
poco interés por ejercer en la Historia Medieval, asignatura para la que fue
contratado. A pesar de tener un contrato inicial de dos años, en el primer
verano decidirán si sigue en el siguiente curso o, de lo contrario, se
rescindirá su contrato.
Teniendo en cuenta el
poco apego que tiene por Universidad, clases, alumnos, compañeros y ciudad, todos
supondríamos que quedarse en tal lugar sería la última de las opciones de Jim;
sin embargo, la perspectiva de quedarse sin empleo no le agrada demasiado, así
que en el momento en el que se inicia la narración comprobaremos sus esfuerzos
porque ese contrato siga en vigor. Para ello ha de conseguir a toda costa que
uno de sus artículos sea, por fin, publicado en una revista especializada en
Historia, lo que le otorgaría a la Universidad una mínima visibilidad.