Esta historia, que podría situarse en la casa de cualquiera, o en la puerta de al lado, concentra en unas horas la trama, aunque la autora se nutre también de los antecedentes de la familia, de lo que lleva a Uxía y a Aldara a la situación en la que se encuentran. Es, como decía, una historia sencilla y al mismo tiempo grande. Y ahí está la clave.
Esta arriesgada aventura de Ana (pausar su producción poética para zambullirse en la novela) creo que ha resultado ser un rotundo éxito, y nos descubre a una narradora potente, capaz de combinar la dureza de unos hechos difíciles de digerir con el acertado tono íntimo y acogedor, en el que podemos vernos reflejados e identificados. Por último quiero pedir disculpas, porque un libro escrito en gallego merecía una reseña escrita en gallego, pero si ya me cuesta expresarme en castellano, en gallego hubiese resultado catastrófico. Y aprovecho para llamar la atención de editoriales que busquen historias de calidad para publicar en castellano: Ana Varela tiene en "Runrún" un diamante ya pulido con muchas posibilidades de agradar a los lectores.