domingo, 19 de enero de 2014

Escritores adictos.

La profesión o vocación de escritor suele contener entre sus miembros a un buen porcentaje de personas apasionadas, que son capaces de imprimir la mayor de las intensidades a su modo de vida. Como consecuencia de ello, algunos de esos escritores emprenden caminos que los llevan a vivir una existencia  con ciertas dosis de turbulencia, llegando en algunos casos a convertirse en adictos a diversas sustancias.

Además, algunos de ellos se encontraban e incluso hicieron uso de los efectos que en ellos producían dichas sustancias para generar parte de su obra literaria, mientras que otros se limitaron a separar sus escritos de sus vicios.

martes, 7 de enero de 2014

"El pabellón de oro", de Yukio Mishima

La acción de este libro tiene su base en un hecho que tuvo una tremenda repercusión en la sociedad japonesa de los años cincuenta del siglo pasado: el incendio (provocado) que logró destruir el carismático templo budista llamado “Pabellón de oro” (Kinkaku-ji, construido en 1397), perteneciente al monasterio de Rokuonji, en la nipona ciudad de Kioto. El incendio ocurrió en 1950, y cinco años más tarde se reconstruyó dicho templo.

El narrador y protagonista de la novela es Mizoguchi, un poco agraciado joven que sufre tremendamente por la tartamudez que impide prácticamente una comunicación normal con los demás. Mizoguchi nos narra sus orígenes (hijo de un humilde y enfermizo monje), y cómo pasó la mayor parte de su infancia lejos de su familia, con la obligación de vivir en casa de su tío por la cercanía de la escuela.

Conoceremos hechos que van haciendo mella en su carácter, un carácter cada vez más introspectivo, y cada vez más aislado de su entorno. También nos contará cómo su padre intenta inculcarle el amor que siente por la belleza pura del “Pabellón de oro”, objeto de deseo y máximo exponente del modelo de belleza que lleva apreciando toda su vida.