sábado, 2 de octubre de 2021

"La librería ambulante", de Christopher Morley

 

Hellen McGill es una mujer de mediana edad que vive en una granja perdida en Nueva Inglaterra, en los Estados Unidos de América. La época se remonta a más de un siglo atrás, aproximadamente cuando el mundo se preparaba para la que sería considerada la Primera Guerra Mundial y esa era en la que los primeros, incómodos y ruidosos automóviles había de convivir con caballos y carros por los caminos.

 

 Después de haber desarrollado diversas funciones (entre las que se encuentra la de institutriz) y de no haber conocido a un hombre con el que establecer una relación formal (con lo que en aquella época suponía para una mujer que llevaba cuatro décadas de vida) Hellen se ocupa de la granja en la que vive ella con su hermano y alguna otra persona que les ayuda. Andrew, su hermano, está más dedicado a su no muy antigua labor de escritor, con mayor éxito del que la hermana supone. La vida de Hellen es monótona y aburrida.

 

Un día cualquiera recibe una extraña visita: un pequeño hombrecillo (el señor Mifflin) quiere hablar con su hermano para proponerle un negocio: venderle su carromato (Parnassus, tal y como indica el título original “Parnassus on wheels”, que veremos que es muy adecuado ya que el monte Parnaso era el que, en la mitología griega, residían las Musas) en el que tiene una librería (sí, ambulante) con la que recorre cientos de kilómetros intentando vender libros y, con ello, extender el amor por la literatura lo máximo posible.

 

Roger Mifflin siente que ha llegado el momento de dejar esa función y trasladarse a Nueva York, donde pasará un tiempo escribiendo sus memorias. Al recibir la propuesta, Hellen ve una escapatoria a su monótona vida y decide comprar ella el carromato, “La librería ambulante”.

 

Ésta de la que estamos hablando es la primera novela escrita y publicada por Christopher Morley, y que tuvo su continuación un par de años más tarde con los mismos personajes y con el título en España de “La librería encantada”. ¿Qué te vas a encontrar? Creo que se trata de uno de esos libros que se leen rápido y con una sonrisa en la boca. De esas novelas en las que coges cariño a los personajes y la trama de forma casi inmediata.

 

El humor de buen gusto que se usa en la narración hace muy digerible una trama en la que el amor por la literatura tiene gran peso, y es secundada por la mención que se hace a numerosos libros y autores. Así que, si te decides a leer “La librería ambulante” seguramente sea una lectura agradable sin muchas pretensiones perfecta para intercalar entre lecturas más densas y con mayor peso. Una bonita sorpresa.