Un piloto de aeronave sufre una
avería en el desierto del Sahara, y por
ello ha de centrar todos sus esfuerzos en reparar el único medio que le puede
evitar el perecer en un medio tan hostil. Tras varios días intentándolo recibe
la visita de un pequeño personaje que pronto sabremos que procede de un pequeño
planeta (el asteroide B-612) en el que tan solo tenía la compañía de tres
volcanes que no alcanzan la altura de su rodilla y una flor que peca de ser
caprichosa. Así conocemos a “El principito”, un entrañable e inolvidable personaje de un libro que, disfrazado
de lectura infantil, hará que cada uno de nosotros reflexione sobre
conceptos atemporales.
A través de las poquísimas
páginas de este texto asistiremos al éxodo del pequeño personaje en el que saltará de planeta
en planeta intentando mitigar su soledad; en su fantasioso y particular periplo tendremos la oportunidad de conocer a una serie
de simbólicos personajes (cada uno de ellos en un planeta diferente) como serán un rey que da órdenes que pueden ser cumplidas, un
hombre vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo.
El siguiente viaje lo trae a nuestro planeta y en su búsqueda de escapar a la
soledad entabla amistad con una serpiente, un zorro y el propio aviador.