Diego es un
adolescente. Hace ya años que su madre, en busca de una prosperidad que parece
empeñada en esquivarla, emprendió un viaje mucho más largo de lo que pensaba en
un principio. Con ese viaje dejó atrás a Diego y también a su hermana, unos
años mayor que él. Desde ese momento la hermana pierde su infancia y su
adolescencia y pasa a ser el único apoyo de Diego en México, el lugar donde
nacieron y en el que piensan vivir, alojados en la casa de sus abuelos.
A miles de
kilómetros y con un océano entre ellos se encuentra su madre, que va aplazando de una forma exasperante una y otra vez su regreso, aunque sea en forma de visita, hasta que llega el
momento en el que Diego y su hermana (o su hermana en solitario) tienen que
decidir qué van a hacer con su futuro, qué lugar va a ser su hogar: México,
Estados Unidos, Madrid… Madrid es el lugar en el que vive su madre, y será el
lugar que eligen para cumplir el sueño de ser lo que quieren ser, de vivir de
lo que quieren vivir, de tener el futuro que merecen.