En uno de los barrios creados hace bastante tiempo para los trabajadores de la fábrica Zorn sigue en pie el edificio conocido por todo el mundo como "La conejera", un bloque de apartamentos por debajo de lo modesto en el que conviven o cohabitan mejor dicho ciertos personajes. Así, nos encontramos por ejemplo con un apartamento habitado por cuatro adolescentes (tres chicos y Blandine Watkins, personaje que sustenta la narración) huérfanos o en situación similar que llevan toda la vida acostumbrados a pasar de centro de acogida en centro de acogida o de familia de acogida hasta la siguiente. Ahora, cumplidos dieciocho años, quieren escribir su propia historia.