viernes, 26 de mayo de 2023

"Fortuna", de Hernán Díaz

 

Benjamin Rask es el heredero de una familia adinerada que lleva más de un siglo amasando una fortuna tras invertir en diversos campos, el último de ellos centrado de forma intensa en la producción de tabaco. Con la llegada del siglo XX y con Benjamin al mando, su imperio se centra en deshacerse de haciendas y propiedades e invertir de forma acertada en acciones de bolsa, intentando comprar lo más barato posible paquetes de acciones en diversas industrias y vendiendo en el momento en el que produce más beneficios.

 

Con los años Rask se gana una fama de extraordinario inversor, con una inteligencia superior y con el toque Rask para saber bien dónde está el mejor negocio. Como todos sabemos, la década de los años 20 acabó con el crack sucedido en la última semana de octubre del 29 dando comienzo a La Gran Depresión, fulminando la mayor parte de las inversiones realizadas en bolsa. La prensa culpó entonces a un pequeño grupo de magnates del desastre, y siendo Rask la persona más rica del mundo también le toca la ración más grande de críticas.

 

“Fortuna” es la biografía de Benjamin Rask y también de su esposa Helen, una aparentemente sensible y delicada mujer que, como su marido, rehúye en la medida de lo posible los lujos y el derroche y la parte más estridente de la clase alta neoyorkina. La relación entre ambos parece ser una historia de amor mayor que su nombrada fortuna. Benjamin Rask es un personaje ficticio. Quiero empezar por ahí, porque durante la primera parte de la lectura asistimos a una descripción de su vida tan detallada e interesante, narrada con un sinfín de detalles, que me convencí de lo contrario: pensé que estaba ante una brillante y adictiva reconstrucción de unos hechos reales. Sorprendente la capacidad del autor en ese aspecto. Así que, aunque parezca mentira, es una ficción.

 

Además de ser una ficción “Fortuna” me parece uno de los mejores libros que he leído en los últimos años tanto por su ambiciosa estructura como por la novedosa y difícil de aplazar narración (si necesitas diálogos éste no es tu libro) que nos regala el autor argentino afincado en Nueva York. Hernán Díaz crea para “Fortuna” (“Trust” en el original inglés, que nos lleva a la procedente leyenda que aparece en todos los billetes de dólar: “In God we trust”) voces complementarias y al mismo tiempo suplementarias, capaces de convencernos de unos hechos y de lo contrario en el  interior de un libro en el que pasa poco y pasa todo, que me dejaron apabullado y maravillado.

 

La forma de llegar a este libro es curiosa: la fuerza de atracción que ejerce en mí la primera parte del Siglo XX en la ciudad de Nueva York no es nueva, sino que lleva décadas latente. El ver el rascacielos en su portada, un título tan directo y un argumento para mí tan atractivo hizo que ganase sitio en mi lista de lecturas con rapidez. El ver el nombre de Hernán Díaz, y debajo “Traducción de Javier Calvo” me resultó curioso, y decidí tomarlo prestado en mi biblioteca. Al día siguiente de decidirlo leí la noticia de que “Fortuna” recibió el Premio Pulitzer de novela 2023.

 

A pesar de que los premios no me suelen decir nada, los Pulizter son una de mis debilidades, y entre los premiados se encuentran algunos de mis libros preferidos (también alguna decepción lectora) ya que premian calidad ante todo y también la originalidad en la estructura. Jamás había leído un Pulitzer vigente, ya que los lanzamientos suelen venir acompañados de una campaña publicitaria capaz de convencer a cualquiera. Ante eso tengo una vieja teoría: si el libro es bueno lo es hoy y dentro de diez años, y si supera su fama el tiempo y el tamiz que elimina la publicidad, es mérito de lo escrito y no del buen hacer de la editorial.

 

Así que me aventuré a una lectura arriesgada, con un premio recién recibido en mis manos y con una sensación de miedo que se disipó en unas pocas páginas, cuando me di cuenta de que tenía un libro (para mi gusto, que como todos los gustos es cuestionable) atemporal, un libro que va a sobrevivir a las modas y los lanzamientos publicitarios y que, creo, permanecerá durante décadas en las librerías. En las páginas de este libro hay una especie de tesis sobre la verdad, sobre la perspectiva y sobre la importancia de quién y cómo cuente una historia. Tengo que decir que la minuciosidad narrativa con la que comienza el libro, describiendo con tanto detalle a cada personaje y lo que forjó su carácter, me llevó a otro premio Pulizter de hace más de un siglo (102 añitos): el conseguido por la genial Edith Warthon con “La edad de la inocencia”.

 

Creo que es importante en este libro no conocer mucho más de la trama o de sus trampas, así que me voy a limitar a repetir que es uno de los mejores libros que he leído desde hace muchos años (y muchos no estaréis de acuerdo) y pedirte que, si lo has leído y te ha gustado, lo comentes solo con personas que lo hayan leído. Y si no te gustó, lo siento mucho, pero por favor, no desveles nada del contenido (no hay que ir nunca más lejos de lo que contiene la contraportada) a posibles lectores. Por si no ha quedado claro, creo que “Fortuna” es un libro merecedor de cinco estrellas.


*Nota posterior a la reseña: acabo de leer que la excelente actriz Kate Winslet trabaja en una adaptación televisiva de "Fortuna" en formato miniserie interpretando al personaje de Helen Rask. Me parece un ilusionante acierto y, sin duda, la veré.