domingo, 2 de abril de 2023

De 5 en 5: Libros de librerías

En el mundo de la Literatura hay temas y escenarios que suelen tener un éxito inmediato, independientemente del escritor que lo presente, de la época o del momento en el que se vaya a leer la historia con la que nos quieren convencer. Se me ocurren varios ejemplos, pero el que traemos hoy es casi universal: libros ambientados en librerías.

 

El influjo que ejerce la palabra librería al ser leída en la sinopsis de un libro es casi hipnótico para algunos lectores, entre los que no dudo en incluirme. Esa fórmula lleva décadas o incluso siglos funcionando, así que creo que todavía sigue funcionando, y me da que lo seguirá haciendo durante mucho tiempo. En las próximas líneas traeremos algunos (cinco concretamente, como corresponde a la sección en la que se incluye) ejemplos entre los que hay más de un siglo desde el primero en ser publicado al último. Espero que os gusten.

 

Quisiera comenzar el repaso por el más antiguo de los que presentamos hoy, que se trata de una encantadora historia en la que la librería en cuestión es una especie de carromato gestionado por un peculiar librero que tiene mucha sabiduría a la hora de recomendar una lectura en cada granja cuyos moradores tienen la amabilidad de recibirlo. En una de ellas la mujer que lo recibe decide acompañarlo en la aventura librera y se compromete a adquirir el carromato para seguir con su oficio.

 

El libro se titula “La librería ambulante” y tal fue el éxito que obtuvo que un par de años después fueron rescatados los personajes  para narrar la historia de “La librería encantada”. Ambas son lecturas muy recomendables, agradables y son de esos libros que se leen con una sonrisa en la boca. Se respira el amor por los libros en cada página.

 

Como segundo paso en nuestro recorrido saltamos el océano (la anterior estaba ambientada en los Estados Unidos de América) y nos vamos a un pequeño pueblo llamado Suffolk, situado en la costa británica. Ahí Florence, una mujer de mediana edad con un pasado que quiere dejar atrás, decide emprender un negocio de dudoso éxito: el de la librería del pueblo.

 

Se ha de enfrentar a algunas reticencias de los habitantes de la localidad, y tendremos que leer el libro si queremos saber si lo llega a conseguir en algún momento. Isabel Coixet tomó la obra como base para su película homónima, con la que consiguió un importante éxito de público (a mí personalmente es probablemente la película de la directora que menos me gusta).

 

Para hablar de la tercera obra que traemos hoy es obligatorio que me ponga en pie, ya que es un libro (cortito, que se lee en un suspiro) escrito por una de las mejores plumas del siglo pasado y que probablemente tenga argumentos para aparecer en la mayor parte de las listas de mejores escritores de todos los tiempos: Stefan Zweig. Su maestría habitual poniendo palabras a lo que pasa por la mente humana nos trae a un personaje difícil de olvidar y que supone un homenaje a los libros, a los libreros y a las librerías. El título es “Mendel el de los libros”.

 

Si no has leído al genio vienés me parece un relato lo suficientemente potente (es habitual en él que vengan en “envases” pequeños pero muy concentrados) como para amar su forma de expresarse y de ver el mundo, un mundo que se desmoronaba ante sus ojos y sobre sus hombros (judío en la peor época para serlo) y que terminó devorándolo.

 

En penúltimo lugar quiero introducir una obra reciente, aún a sabiendas de que queda mucho para saber si se queda con nosotros o no, como ejemplo de la continuidad que tienen las historias que se ambientan en una librería. Se trata de “Mis días en la librería Morisaki”, escrita por un autor debutante y que todavía tiene fresca la tinta de la imprenta. En ella la protagonista, tras haber sufrido un importante varapalo en su vida, decide intentar reconducirla en un escenario muy evocador: la librería de su tío.

 

Como en las otras obras el olor de los libros, el polvo que se acumula sobre ellos, el olor que el tiempo les va regalando, las historias que contienen y los lectores a los que interesan dan un poso al que es difícil resistirse.

 

Para finalizar este breve paseo por los cinco ejemplos de obras ambientadas en librerías quiero traer una que suele encandilar a la mayor parte de los lectores. Se trata de una correspondencia real entre una lectora norteamericana y un librero inglés durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, una guerra que se dejó ver en el territorio inglés y que se palpa en las misivas.

Es encantador cómo la relación epistolar va mutando desde la rigidez y formalidad inicial hacia una familiaridad que va llenando las cartas a medida que pasa el tiempo. Se trata de una lectura deliciosa y recomendable para un alto porcentaje de los lectores.

 

Seguro que se te ocurren decenas de libros que podían estar en esta lista, que no tiene más ambición que convertir un par de minutos en agradable lectura y como presentación de unos libros que tal vez te apetezca leer. Espero que haya sido un paseo agradable.