Tracy es una mujer de mediana
edad. Inteligente y trabajadora, ha pasado por diversos puestos de trabajo
durante su carrera. En la actualidad lleva unos años realizando una excelente
labor como subdirectora del instituto del pueblo, tarea que hace a la sombra de
un director al borde del retiro. Cuando éste anuncia que el presente es el
último curso en el que estará activo, se inicia una especie de carrera por
conseguir esa vacante de directora que Tracy ansía y para la que se presenta
como la primera de las candidatas. Tracy lleva toda la vida acostumbrada a ser
ninguneada por su sexo, a ser menospreciada ante hombres más populares y menos capaces, y ve la vacante como la oportunidad para variar esa injusticia.
A pesar de que los lectores nos
imaginamos que podría tratarse de una elección sencilla, nada más lejos de la realidad: el
sistema de elección involucra además de a los docentes a diversas asociaciones
de padres, madres e instituciones municipales del pequeño pueblo situado en New
Jersey. Si Tracy quiere triunfar debe entrar en ese juego político (como en sus años mozos) en el que
contentar a la mayor parte de los posibles votantes. Para ello elige arrimarse
a la persona que parece más adecuada: Kyle Dorfman, la persona más pudiente del
pueblo, que se hizo rico unos años antes al conseguir que su juego con un perro
como protagonista se hiciese viral. Kyle la elige inmediatamente como su candidata.
La ambición de Tracy parece que
lleva tiempo dormida, después de unos años en los que la vida se empeña en
morderla y tras un brillante inicio que hacía creer que llegaría muy lejos en la sociedad estadounidense. Pero todo ello queda lejos ahora. Hay que decir que “Tracy Flick nunca gana” es una secuela. Y es que
Tracy Flick es el personaje principal de una de las novelas más conocidas de Tom
Perrotta, que tiene una extensa carrera como escritor y como guionista,
publicada en los lejanos años noventa.
Se trata de “Election”, en la que la muy
prometedora Tracy se presenta (algo parecido al argumento del libro que hoy
traemos) a las elecciones de la presidencia del alumnado. La animadversión (motivada por algunos hechos que es mejor conocer de su voz) que
produce a uno de sus profesores les hace entrar en una espiral (él intentando
sabotear la elección de su odiada alumna) que parece no tener freno.
Si recuerdas, esa historia se
llevó a la pequeña pantalla, con Reese Witherspoon como protagonista (puede ser
su primer papel importante, no lo recuerdo bien) y con el excelente Alexander
Payne como director de una (creo) buena película que fue de alguna manera disfrazada (o travestida) como comedia adolescente. Pues bien, el año que viene “Tracy Flick nunca gana”
llegará a la gran pantalla, con la misma actriz como protagonista y dirigida
por el mismo director.
En cuanto al libro que acabo de
terminar, tengo que decir que es el segundo que leo de Perrotta, tras el
divertido “La señora Fletcher” (que dio origen a una serie de HBO que comencé a
ver pero que no terminé porque me pareció errónea y vulgar comparada con el libro)
y tengo que decir que me ha sorprendido para bien. El acierto de elegir
múltiples voces para contar la historia, algunas de ellas en primera persona y
algunas en tercera, nos trae una lectura ágil, inteligente y mordaz, capaz de reírse
de muchas maneras de una sociedad excelentemente dibujada.
Creo que la mayor virtud es utilizar ese humor sarcástico
para llevar a la palestra los temas candentes de la sociedad actual, sin hacer
uso de caricaturas sino creando personajes muy reales y bien planteados, todos
con sus claroscuros y con el acierto de plasmarlos a todos en unas pocas
páginas sin perder el equilibrio. Si
conoces a Perrotta, te va a gustar, y si no lo conoces pero quieres probar una
lectura divertida e inteligente, “Tracy Flick nunca gana” es una de las
opciones que tienes a mano.