viernes, 7 de abril de 2023

De 5 en 5: Inteligencia Artificial

 

Estamos viviendo unos días en los que la inteligencia artificial está tomando (y lo está haciendo de una forma vertiginosa) una importancia mayúscula. Tan rápido es el avance que desde ya se puede llegar a ver incluso como una amenaza seria. Las brutales capacidades de este conjunto de herramientas pueden desbordar el control que todos pretendemos en un principio. Estamos todavía muy lejos de clasificar las posibles consecuencias de esa pérdida de dominio sobre una herramienta que aparentemente tiene posibilidades infinitas y que, de momento, tan solo está en la infancia de su vigencia.

 

Dejando aparcadas a un lado las reservas sobre la parte negativa que tiene esta novedosa y asequible forma de trabajar, la imaginación sobre esas consecuencias puede llegar también muy lejos (usando la más tradicional y estandarizada inteligencia, la que traemos todos o casi todos de serie). Y, como en esta página hablamos de libros, quiero traer un listado de cinco novelas en las que fue tratado el tema de la pujante Inteligencia Artificial de una forma muy imaginativa.

 

Para comenzar el recorrido, qué mejor que traer la primera imagen que me viene a la mente cuando pienso en el tema que traemos hoy: se trata de la misión espacial que se sirve de la asistente HAL 9000, capaz de asumir las instrucciones de los tripulantes de la nave con una voz amable y sugerente y de tomar las mejores decisiones en cada momento, con una efectividad inmediata.

 

Sin embargo, (en caso contrario no habría chicha en la novela) esa capacidad se va volviendo en contra de una tripulación que se terminará viendo cautiva de esa inteligencia artificial, cuyo lado oscuro estaba muy escondido pero que poco a poco sale a la luz. La obra es “2001, una odisea espacial” y fue escrita por Arthur C. Clarke (de los grandes de la ciencia ficción) antes de que el genio de Stanley Kubrick se sirviese de ella para crear una de las películas más celebradas del género.

 

El siguiente en la lista tengo entendido que está considerado como uno de los libros más importantes de la ciencia ficción. Está protagonizado por Henry Dorsett Case, y este tipo es un pirata informático que vive en una sociedad distópica en la que la información (vamos, los datos) es la base del comercio (¿te suena de algo?). Vive en una ciudad colosal intentando sobrepasar barreras informáticas para traficar con los datos obtenidos.

 

El libro se titula ”Neuromante” y está considerado el precursor del subgénero cyberpunk (lo menciono pero no tengo el placer de haberlo conocido) y, como el resto de las novelas que traemos hoy, está pensada y escrita para un tipo muy particular de lector. William Gibson obtuvo los más importantes galardones de la literatura de Ciencia ficción con este título.

 

Creo que hubiese sido una locura traer libros de ciencia ficción a estas líneas y no incluir al prolífico autor de origen ruso Isaac Asimov entre los títulos a visitar y aunque haya otras ausencias (en absoluto soy un lector habitual de este género) es obligatorio incluir al nombre más repetido y puede que más renombrado. En la obra elegida Asimov publicó sus tres leyes fundamentales de la robótica:

1-Un robot no hará daño a un ser humano ni permitirá que un ser humano sufra daño.

2-Un robot debe obedecer las órdenes dadas por seres humanos, excepto si estas órdenes contradicen lo dicho en la primera ley.

3-Un robot debe proteger su propia existencia siempre que eso no entre en conflicto con la primera o segunda ley.

Con esas tres leyes  como premisas nos presenta una serie de relatos en la que máquinas inteligentes y con características muy (demasiado) humanas generan controversia e inquietud. Veremos si se cumplen las tres o alguna de las leyes. El título bajo el que están todas las historias es el siguiente: “Yo, robot”.

 

En “Klara y el sol” el escritor poseedor del Premio Nobel de Literatura Kazuo Ishiguro (lo que viene siendo un miembro de la aristocracia literaria) se adentra en el inquietante mundo de la IA (estoy seguro de que has visto y verás esas siglas decenas de veces y las que nos quedan por ver) y nos muestra a Klara, la protagonista, programada para cuidar niños. En el libro está definida como una Amiga Artificial (AA).


Klara se vale de su gran capacidad de observación para discernir sobre las emociones, sentimientos y comportamiento humanos. Así que, tal y como pasa en el resto de novelas que traemos hoy, está presente el límite entre la mente humana y la inteligencia artificial. ¿Será un límite inquebrantable, o será clonado o incluso superado por lo artificial?

 

En un género tan visual como la ciencia ficción, es habitual que las obras más destacables sean llevadas a la gran o pequeña pantalla. El último paso de este recorrido nos lleva de nuevo al cine, aunque el título original de la novela (“¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, escrita por Philip K. Dick) poco tiene que ver con el que se hizo un título de culto en la gran pantalla, probablemente uno de los más importantes de las últimas décadas.

 

Rick Deckard es el protagonista y es contratado para retirar, desactivar (o matar, según quién lo diga) a un grupo de androides (robots con aspecto humano) que se niegan a ser retirados y generan una peligrosa rebelión. Rick llega a dudar hasta de sí mismo en el desempeño que se le encargó.  La inteligencia de dichos androides es inquietante. El título final en el cine: Blade Runner.

 

Como he mencionado antes, no soy lector habitual de ciencia ficción, pero me apetecía traer un listado de un tema tan vigente estos días. De hecho, la curiosidad me llevó a experimentar por mí mismo y generar varios artículos con la propia inteligencia artificial. El tema, el que traemos hoy, libros sobre la IA. Os aseguro que en unos segundos (que se pueden contar con los dedos de las manos) el chat generado por sabediosquién presentó un minucioso artículo incluyendo un listado de cinco títulos como el que estás leyendo (probablemente mejor) e incluso en diferentes tonos (literalmente, con solo decir “usa un tono más desenfadado, o un tono humorístico”).

 

Es sorprendente y al mismo tiempo frustrante y decepcionante. ¿Por qué? Porque una máquina en tan solo unos segundos genera el trabajo que a mí me lleva un par de horas. Da miedo. Como de momento los humanos conservamos la capacidad de decisión, tardé menos que esos segundos en pulsar el botón de Borrar. Y es que todavía prefiero la imperfecta, arcaica y volátil inteligencia humana. ¿Y tú?