sábado, 22 de febrero de 2025

"Mujeres excelentes", de Barbara Pym

Mildred Lathbury tiene algo más de treinta años y vive sola en un modesto piso en la Londres de la posguerra, un entorno en el que es difícil conseguir alojamiento por motivos evidentes. Su vida parece más o menos planificada, entre su trabajo a media jornada y su intensa colaboración con la parroquia de la que es feligresa. El párroco y su hermana son gran parte de su entorno, que dedica sus esfuerzos a múltiples obras benéficas y voluntariado desinteresado. En ese entorno, las mujeres que dedican sus esfuerzos a tantas tareas como les son encomendadas son conocidas como "mujeres excelentes". Mildred es una de ellas y es nuestra narradora.


Sin familia (huérfana de padres y sin hermanos que nosotros sepamos) conocida, el hecho de que unos nuevos vecinos se instalen en el piso inferior del edificio en el que vive (y, con toda la congoja del mundo, con los que ha de compartir baño) es todo un acontecimiento para ella. Y más cuando se trata de Helena Napier, una antropóloga muy alejada del tipo de mujer que es Mildred, y su en principio ausente marido, Rocky. Poco a poco Mildred se involucra en la vida social de sus vecinos sin abandonar la de la parroquia. En ese camino habrá un par (o unas docenas) de líos.


Barbara Pym era una autora pendiente desde hace tiempo para mí. Debido a una acertada y bienintencionada recomendación (gracias) decidí empezar por esta obra. Me encontré con una autora original e inteligente, capaz de montar una historia costumbrista y aparentemente convencional sustentada por una fina y omnipresente ironía y un humor (ese inconfundible y sarcástico humor inglés) agradable que me robó sonrisas durante muchas situaciones. 


Para mí fue muy fácil coger cariño a una Mildred acostumbrada a desplegar esa excelencia a la que hace referencia el título y ser utilizada de una u otra manera por la práctica totalidad de los personajes que pululan por su vida, sin tener un solo reproche hacia ellos (aunque muchas veces los merecen). En resumen, una historia agradable, fácil de leer y con poso, que me presenta a una Barbara Pym que, sin duda, volveré a leer. Muy recomendable.