Si hubiésemos de definir el
carácter de la protagonista del libro que vamos a visitar hoy, Carlota, probablemente
usaríamos palabras como fuerte, independiente, eficaz… Tras esa apariencia de inquebrantable fortaleza se esconden, sin embargo, muchos años de sufrimiento. El día que
recibe la llamada de Julia, para comunicarle que su padre (el padre de ambas) enfermo desea verla
después de muchos años sin tener contacto con él, Carlota no tiene más remedio
que enfrentarse a ese pasado, y comenzará un viaje en el que sus recuerdos
comienzan a encajar, aunque tomando formas diferentes a las que tenían hasta el
momento.
Con la llamada de Julia, la prestigiosa
juez Carlota entra en contacto con la familia “legítima” de su padre, el
insigne empresario Clemente Balmaseda, y con ello consigue la posibilidad de obtener
respuestas a unas preguntas que llevan mucho tiempo haciéndole daño, y que ella
misma se plantea que tal vez sea mejor dejar sin responder. También en este
viaje veremos cómo flirtean rencores, culpas y perdones, y cómo cada uno de los
personajes evoluciona en dicho aspecto,
llegando a aliviar la mayoría de ellos el peso que conllevan.