domingo, 7 de abril de 2024

"Precioso veneno", de Mary Webb

En un minúsculo pueblo del centro de Inglaterra, durante las decimonónicas Guerras Napoleónicas, cada día supone un esfuerzo para sus habitantes, sacando con mucho sudor su sustento de unas tierras difíciles de cultivar sin las máquinas que se inventarían décadas después, y de unos animales poco productivos. Entre esos habitantes nos encontramos con Prudence Sarn, Prue, que es nuestra protagonista.


Vive en una pequeña y mal gestionada granja junto a su hermano Gideon y sus padres. Tras la muerte del padre, el heredero pasa a ser Gideon. Su ambición y su incansable disposición al trabajo, con la que parece cumplir con las tareas de siete hombres, hacen que tenga muy bien planificado el futuro a medio plazo: trabajar cada día de sol a sol durante varias temporadas en las que va a apostar por cultivar cereales, gravados con grandes impuestos que aumentarán sus beneficios de forma estratosférica. Para ello necesitará el compromiso de Prue, lo que la convertirá en poco menos que una esclava de su incansable y avaricioso hermano. La recompensa: hacerse ricos y comprar una mansión con sirvientes en el pueblo más cercano. 

Y a eso se refiere el título del libro: el precioso veneno que se instala en la sangre de las personas como Gideon que desean más y más bienes materiales, más dinero, y cuyos síntomas, una vez contraída la enfermedad, son prácticamente eternos, difíciles de mitigar. Era una enfermedad entonces, y lo sigue siendo ahora: siempre se puede conseguir un poquito más, una casa mejor, un coche mejor, unas vacaciones más lujosas...


En las páginas de "Precioso veneno" nos encontramos una escritura clásica y de calidad, con una construcción de personajes magistral, y con una trama que incita a leer un poco más, unas páginas más antes de dormir... Hay que tener en cuenta que al ser, como decíamos, clásica, hay una descripción del entorno (natural en este caso) que puede resultar demasiado detallista, demasiado barroca. Sin embargo es un pecado que podemos perdonar con facilidad. 

Un libro entretenido e injustamente olvidado (como la excelente autora) que afortunadamente nos trae de vuelta la editorial Trotalibros, experta en regalarnos joyitas escondidas envueltas en mucho amor por la literatura, que se nota en cada edición. Recomendable.