domingo, 27 de abril de 2025

"El juego serio", de Hjalmar Söderberg

Nuestro protagonista es Arvid, un prometedor joven, y la narración comienza en los últimos días de un idílico verano cerca de Estocolmo, a principios del Siglo XX. Entre otras muchas personas con las que se relaciona en esa zona vacacional se encuentra Lydia. Arvid está enamorado de Lydia. Sin embargo, su situación económica está lejos de ser digna de convertirlo en un pretendiente serio de la joven. 


Así que, una vez finalizadas las vacaciones, regresa a una Estocolmo en la que se aleja de la enseñanza y se adentra en el mundo del periodismo, desde un puesto modestísimo que a duras penas le da para mantenerse a él mismo. "El juego serio" narra los años de desarrollo de Arvid, de cuya vida nunca es extirpado el recuerdo de Lydia, su primer y probablemente más intenso amor. 


Teniendo en cuenta que Söderberg es una de las figuras más destacadas de la literatura escandinava, no me pareció mala idea intentar aventurarme en una de sus historias. La verdad es que el título elegido fue un acierto, ya que encontré una lectura ágil y dinámica (si exceptúo un inicio desconcertante para mí, en el que no me aclaraba mucho con los personajes ni las situaciones) y que, camuflados en esa historia digamos que convencional, vienen una serie de pensamientos profundos y que me obligaron a un buen número de reflexiones.


En resumen, es un buen libro, que hace plantearse muchas cosas, incluso nuestro punto de vista sobre las personas que conocemos, su comportamiento, o sobre el nuestro propio. También se pone en cuestión nuestro autoconocimiento, cosas que no encajan con una lectura ligera, pero el autor las combina creando un equilibrio bastante solvente. Me alegra haber resistido ese inicio con el que no conecté (y cuyo desconcierto se esfumó en cuanto la narración se centró en Arvid). Un agradable acierto.