Tengo que comenzar diciendo que me considero un lector muy prosaico, con muy poca experiencia leyendo poesía, y prueba de ello es que elegí un libro cuyo título continúa como "Poemas para la gente del instituto", muy apropiado para mi nivel lector. Y lo que puedo decir es que, lejos de arrepentirme, me he encontrado un puñado de poemas muy muy provechosos, que suponen un muestrario que contiene en ocasiones cuestiones muy profundas resueltas de forma brillante en unas pocas palabras.
Bueno, pues he de terminar diciendo que gracias a "¡Oh, capitán!" consideraré leer más a menudo poesía, buscando algo que no tenía claro si sabría o no sabría encontrarlo. Se admiten sugerencias. Al menos en las poquísimas páginas de esta colección sí lo encontré. Muy aprovechable.