sábado, 1 de junio de 2024

"La divorciada", de Ursula Parrott

Patricia y Peter son una joven pareja. Viven en la Nueva York de los años veinte (me acabo de dar cuenta de que hay que empezar a señalar que son los veinte del siglo pasado), y están encantados de que así sea. Disfrutan de la ebullición de la ciudad, que se condensa sobre todo en una vida social muy activa con noches llenas de clubes de jazz más o menos glamurosos, y mucho alcohol. A quién le importa ya si está prohibido o permitido. Además, forman el modelo de la pareja moderna, disfrutando de una recién estrenada libertad, que incluye el conocer a alguna que otra persona que no forme parte de la pareja, siempre que se le cuente al compañero.


Sin embargo, esa libertad está un poco desnivelada, y Patricia se da cuenta de que, en cuanto hace uso de ella, se vuelve en su contra. Tanto que la atropella. Y se convierte, como dice el título, en la divorciada. Entonces era un estigma, y en su entorno (antes de que ella lo fuese ya veía a las mujeres que estaban divorciadas como si llevasen un cartel sobre su cabeza) es algo que puede que jamás pueda eludir. ¿Qué hacer entonces? ¿Irse de la ciudad a comenzar una nueva vida? ¿Convertirse en colega de alguna divorciada en su periplo por los clubes de la gran manzana? ¿Anhelar el volver con Peter?

"La divorciada" se lanzó en 1929, según he leído de forma anónima. Además de suponer un inmediato escándalo también se convirtió en un éxito que hizo que incluso se llevase a la gran pantalla repitiendo el éxito del papel. Aquí me hago un lío, ya que el título que Ursula Parrot (por cierto, cuya vida va plasmada en este libro) eligió fue "Ex-wife", que supongo que era una expresión reciente y de moda, y la película se tituló "The divorcee". Tal vez alguien sepa sacarme de la duda.


La lectura de este libro comenzó sugiriendo que sería estupenda, pero he de decir que se me quedó a medio camino de lograrlo. El motivo, tal vez, es que anhelaba encontrar una joya escondida, como tantas que se van descubriendo a través de los años. Y, quizás, una novela digna de la mejor Wharton o el mejor Fitzgerald. Tal vez una hermana pequeña de "El gran Gatsby" o incluso una nieta de "La edad de la inocencia". 


Pero, a pesar de que la activa vida social está presente, es injusto medirla de esa manera. Se centra más en la parte lúdica de la vida de Patricia, y me parece que es (para mí demasiado) superficial, incluso diría que usaría la palabra caducada frívola. Puede que suene ridículo, pero esperaba la evolución personal de los personajes, que tal vez no debí o supe ver. Al menos creo que partiendo de esa premisa (es un libro ligero para disfrutar sin complicaciones, sin pensar demasiado) se puede disfrutar.