Lucy Entwhistle lleva mucho tiempo cuidando de su padre, enfermo desde años atrás, y entre ellos existe una relación sólida. En el momento en el que comienza la acción llevan una semana disfrutando de una cómodas y tranquilas vacaciones en Cornualles. Sin embargo, tras muchos avisos, esa frágil salud dice basta. Lucy pierde a su padre, a su apoyo, a la persona con la que pasó la mayor parte de su corta vida. A sus veintidós años ha de enfrentarse a una vida que, en principio, parece solitaria.
Devastada, Lucy es incapaz de reaccionar a su entorno, y mientras los demás intentan organizar el inminente funeral, ella tan solo puede mirar al mar. En su vista se cruza un hombre igualmente (o más) desesperado, pues es incapaz de digerir una tragedia similar a la de Lucy: hace tan solo una semana que falleció su esposa: Vera.
Entre ellos fluye una relación de comprensión y de apoyo y, a pesar de la diferencia de edad en la que Lucy encuentra una especie de sustituto de la figura paterna que acaba de perder, nace también una complicidad en la que se sienten muy cómodos. Creo que es mejor que no siga explicando la trama, ya que mi lectura fue excelente gracias a ir descubriendo hilo a hilo la madeja que tejió Von-Arnim.
Es curioso que un libro como "Vera", del que ya digo que es merecedor de mis cinco estrellas (se suelen contar con los dedos de las manos los que encajo en esa categoría anualmente) fuese desconocido por mí, a mis cuarenta y doce años, de los que cuarenta son de lector habitual. Por fortuna Trotalibros decidió (con excelente gusto, como suele) rescatar esta historia y darle una traducción a la altura.
Es un libro y una autora excelentes, que como decía antes teje una historia envolvente (basada en sus propias vivencias) que mantiene en tensión al lector (al menos a este lector) con miedo a pasar página por lo que pueda pasar. Durante el último tercio del libro vagó por mi mente un pensamiento recurrente: es uno de los libros más violentos que he leído, sin que se derramase (hasta entonces) una sola gota de sangre. Merece y mucho la pena. Gracias por el rescate, Trolalibros.