Es evidente que, dado que el festival es prácticamente inmediato, la invitación se debe a que al menos un autor decidió no acudir a última hora. Además, los otros dos autores invitados son el nuevo marido de su ex mujer y una joven autora de éxito arrollador que se dedica a la autoficción. En su último libro menciona a Knut y no lo deja quedar en muy buen lugar. A pesar de lo mal que pinta la cita, Knut decide acudir por el puñado de coronas que le ofrecen, además de las dos noches de hotel a las que no piensa renunciar y, sobre todo, los vales de una comida que últimamente está siendo escasa para él.
La acidez que usa al narrar es incómoda con toda la intención de serlo, provocando en el camino (sospecho) oleadas de indignación a cierto tipo de lector entre los que no me encuentro. Y es que esa incorrección política tan perseguida hoy día supone un soplo de aire fresco que invita a reflexionar al que se siente capaz de hacerlo, más allá del pensamiento mayoritario. "No hemos venido a divertirnos" me parece un libro ameno e inteligente, con toques de humor sobresalientes y con una mirada cuando menos peculiar. ¿Redondo? No, no lo es. Pero sí interesante.