martes, 17 de noviembre de 2020

"Cosmética del enemigo", de Amélie Nothomb


Hay libros en los que el argumento es lo de menos, y libros en los que el argumento es la base sobre la que se construye el relato entero. No sabría decir a qué grupo pertenece el libro que traemos hoy, pero lo que sí sé es que, cuantos menos datos se tengan del argumento, más se puede llegar a disfrutar de él. No tengo duda. Así que, si me permitís, me voy a conceder dar tan solo unas pinceladas que puedes descubrir en las primeras páginas:

 

En uno de sus muchos viajes de trabajo, Jérôme Angust se encuentra en el aeropuerto unos instantes antes de la hora en la que su vuelo tiene fijada la salida. Sin embargo, por megafonía anuncian que se retrasa de forma indefinida. Ante la incapacidad de abandonar la zona en la que se encuentra, Angust se dispone a leer uno de sus libros, compañero habitual en sus desplazamientos.

 

Pero la espera se convierte en algo incómodo cuando un hombre inicia una inesperada e indeseada conversación con él. A pesar de todos sus intentos, incluso usando mala educación para ello, de lograr el objetivo de que el extraño deje de hablarle, nuestro protagonista no lo consigue. Y todo parece apuntar a que no se deshará de él en ningún momento…

 

“Cosmética del enemigo” es el primer libro que leo de la autora belga Fabienne Claire Nothomb, que usa el nombre artístico de Amélie Nothomb. Tengo muy claro que no será el único que lea. De hecho no sé cómo he tardado tanto en hacerlo. Definir lo que he sentido al adentrarme en esta historia es complicado, pero la palabra consternación ha de formar parte de esa descripción.

 

El diálogo que inicia y que acaba el (corto) libro es ágil, y tiene muchos ingredientes para que llegue a gustar a una buena cantidad de personas: el excentricismo de los personajes nos lleva a querer saber más y, cuando la situación se complica, sentimos que estamos perdidos y necesitamos una salida a esa situación. La única salida: leer más y más, hasta conocer cada detalle de lo que nos está siendo contado.

 

El equilibrio que consigue la autora belga es precario, ya que dicha excentricidad se mezcla con algún que otro argumento filosófico interesante que puede resultar un tanto pedante, descargados todos ellos con una contestación llena de sarcasmo que rebaja el tono de forma exitosa. Por ello resulta casi inexplicable que, teniendo en cuenta la crudeza de lo que se nos cuenta en esta obra, el resultado sea tan interesante, tan adictivo y tan efectivo como es.

 

El terminar el libro, al menos a mí, me dejó impactado y desconcertado, sabiendo que la autora me había tomado rehén de su historia, y que tan solo me había estado poniendo pistas falsas hasta que decidió que era el momento en el que, por fin, descubriese el verdadero argumento (lo siento, pero tendrás que leerlo si quieres conocerlo) de un libro que, seguro, no te dejará indiferente.


Si tuviese que decir unas palabras sobre el estilo de Nothomb creo que sería que utiliza una prosa directa, mordaz, virulenta e incluso violenta, capaz de incomodarnos de una forma notable, con toda la intención de hacerlo. La naturalidad, confianza en sí misma, excentricidad (otra vez lo tengo que mencionar) y la falta de complejos que tiene nos trae un estilo muy particular y hecho para provocar, para que el lector reaccione de forma impulsiva. Lo consigue. Según la propia autora, escribe unas tres novelas al año, de las que tan solo llega a publicar una. De ahí sale una notable obra compuesta de numerosos títulos, de los que pienso saborear los que me parezcan más notables.