sábado, 26 de septiembre de 2020

"Dos hermanas", de David Foenkinos

 

Mathilde es una joven profesora de Literatura en un instituto parisino. Es una enamorada de su trabajo y en este trimestre está desgranando “La educación sentimental”, de Gustave Flaubert, con sus jóvenes alumnos, lo que para ella es una de sus actividades preferidas. La vida que lleva la protagonista es una vida cómoda, con un sinfín de prometedores proyectos que están a punto de cumplirse, y puede que sean definitivos. Y  en todos esos planes de futuro se encuentra Étienne, su compañero y su amor durante los últimos cinco años y, seguramente, la persona que la acompañe durante toda su vida.

 

Sin embargo, tras unas noches con un comportamiento extraño y una actitud lacónica, Étienne, su pareja, resquebraja la vida de Mathilde de una forma que ella no había llegado a imaginar ni tan siquiera en sus más enconadas pesadillas: una noche le comunica que decide abandonar el piso que comparten y, por lo tanto, que acaba con su relación.

 

El mundo de Mathilde se viene inmediatamente abajo, y a partir de ese momento entra en una depresión que amenaza con hundirla tan profundamente que no pueda levantarse. A pesar de los empeños de las personas que la aprecian, Mathilde no consigue levantar cabeza. Tal vez Agathe, su hermana, tenga la llave que convierta su sufrimiento en felicidad.

 

David Foenkinos es un autor que, probablemente, no levante pasiones ya que su prosa es un tanto aséptica. Sin embargo, esa aparente frialdad al expresar los sentimientos es también una de sus virtudes, ya que consigue narrar multitud de sentimientos de una forma cruda y concisa. Tal vez me equivoque, pero Foenkinos me parece un escritor que basa la mayor parte de su obra en las relaciones de pareja por un lado y la sensación de pérdida por otro.


Y en esta novela tenemos ambas (y alguna cosa más). El devastador dolor que invade la vida, el cuerpo y alma de Mathilde (todos nos podemos imaginar qué se siente cuando se rompe el amor de tu vida) y que ayuda a que su comportamiento sea errático y a menudo erróneo puede recordar a la repentina viudedad de la protagonista de su obra más conocida y premiada: “La delicadeza”. Sin embargo el tratamiento de ese dolor es muy diferente en cada una de sus libros, y creo que es básico para que sus obras, a pesar de contener un estilo muy definido y particular, no pequen de ser reiterativas o agotadoras. Y os lo dice un lector que está muy habituado a ver cómo se pierde el interés por autores que le gustan por sus tics a la hora de escribir.

 

No recuerdo cuántos libros he leído de David Foenkinos, pero sí recuerdo que, en mayor o menor medida, disfruté cada uno de ellos. Seguramente el autor francés no llegue a escribir ninguna obra maestra, y con mayor seguridad “Dos hermanas” no es su mejor obra, pero se lee con rapidez, con interés, sin perder en ningún momento una tensión que es mucho menos lineal que en el resto de sus libros y que supone una pequeña vuelta de tuerca a su estilo. Recomiendo la lectura de esta obra y creo que se ha ganado que la siguiente (que todavía no ha publicado) sea también una de mis lecturas.