Un bache creativo del exitoso
escritor Marcus Goldman, fenómeno editorial con su primera novela, el cual no es capaz de escribir una sola página de
su segundo libro, le lleva a contactar con su profesor, mentor y amigo (uno de
sus escasos amigos) Harry Quebert. Su antiguo profesor en la Universidad de
Burrows, escritor como él, logró al publicar su primera novela (“El origen del
mal”) la gloria tanto en las listas de ventas como en las preferencias de los
críticos literarios, convirtiéndose en uno de los clásicos del siglo.
Con dicha visita viajaremos desde
la bulliciosa Nueva York hasta la tranquila ciudad costera de Aurora, en New
Hampshire, a la misma casa del famoso escritor Quebert. Con los intensos
intentos de Marcus de acabar con el “síndrome de la página en blanco” conoceremos
gota a gota lo que será la trama principal del libro: la desaparición en 1975
de Nola Kellergan, una joven de 15 años que mantenía una relación sentimental
prohibida con Harry Quebert, que por aquel entonces contaba con 34 años de
edad.
Además, la trama comienza a
enredarse cuando unos trabajadores descubren, mientras arreglan el jardín de la
casa de Quebert, el cadáver enterrado de Nola junto al manuscrito original de “El
origen del mal”. La posterior detención del escritor y el escarnio público que
ha de sufrir, lleva a su amigo, Marcus, a iniciar una investigación exhaustiva
de los hechos que sucedieron más de treinta años antes en la ciudad de Aurora.
Con ello conoceremos más y más detalles de dichos hechos, así como una gran
cantidad de personajes que, en lugar de arrojar luz sobre la desaparición de
Nola, van enredando una trama que no se resolverá hasta las últimas páginas.
Toda esta investigación sirve
también al narrador de la historia, Marcus Goldman, como fuente de inspiración,
ya que el narrar la historia de amor de Harry y Nola y la investigación de la
desaparición de la primera, sirven como trama del segundo libro que tanto se le
estaba resistiendo, y que promete ser un superventas dado la gran repercusión
mediática que tuvo la detención de Harry Quebert.
Como la mayoría de los lectores
saben, “La verdad sobre el caso Harry Quebert” es, sin duda, uno de los mayores
éxitos editoriales del año 2013. Debido a la gran campaña de marketing que
acompañó a su lanzamiento se logró despertar la curiosidad de millones de
personas, de los cuales la mayoría mostró satisfacción con su lectura.
El ritmo de narración es alto, y
los saltos que Joël Dicker hace continuamente entre las distintas épocas, hace
que mantenga el interés de la lectura durante las casi 700 páginas. Además,
tiene un interés especial la visión que plasma sobre el mundo editorial y sobre
la profesión de escritor, en la que se respira el amor por la Literatura.
También hay que destacar los aprovechables consejos con tintes filosóficos que
el maestro da al alumno, con los que se inician los capítulos del libro.
Hasta el momento no he narrado
más que bonanzas de este best seller, al igual que son vistas continuamente en
multitud de reseñas publicadas, y que llevan al lector a querer saber más de
esta novela. Sin embargo, aún reconociendo que el libro tiene dichas virtudes,
no pude evitar sentirme decepcionado con la lectura del mismo, probablemente
por las grandes expectativas que me había creado.
El, para mi gusto, escaso
desarrollo de los personajes, el limitado (limitadísimo) lenguaje empleado
durante la mayor parte del libro, en especial en los pobres diálogos, hicieron
que me mantuviese “a la defensiva” en el momento de leer. Las torticeras pistas
que nos va dando Dicker, a mi modo de ver diseñadas únicamente para llevar al
lector hasta la última página sacrificando (y, en alguna ocasión, también en mi
opinión, despreciando) la verosimilitud, hicieron que la lectura me resultase
en ocasiones pesada. No puedo olvidarme de
hacer una mención especial a la historia de amor entre Nola y Harry, una
historia que me resulta ciertamente forzada y sintética.
Así pues, siento no haberlo
disfrutado tanto como esperaba, y siento también no haber sentido la pasión que
despierta en la mayoría de lectores. Teniendo en cuenta que tiene un ritmo
similar a una película de intriga, un thriller, no puedo evitar compararlo con
un filme que ha recibido los mayores galardones y tiene detrás una gran campaña
de marketing, pero que al ser comparada con grandes películas del género queda
en franca desventaja.