miércoles, 16 de enero de 2013

"La cena", de Herman Koch.



“La cena”, de Herman Koch

Esta novela fue la gran revelación hace unos años en Holanda, consiguiendo vender gran cantidad de ejemplares, y encabezando la lista de libros más vendidos durante un buen número de semanas.

Teniendo en cuenta de que uno de los atractivos del libro es ir conociendo los hechos en el momento adecuado, intentaré contar el argumento sin añadir demasiados datos a los facilitados en la sinopsis:

Se trata de una cena que se celebra en un restaurante de moda, en el que los comensales son dos parejas y que tienen la intención de discutir la actitud a seguir tras unos actos cometidos por sus hijos, que terminan con la muerte de una persona en un cajero automático. Son hechos de sobra conocidos por todos, ya que se basan en lo acontecido en Barcelona hace unos años…


 El protagonista principal, Paul Lohmann, se nos presenta como un hombre audaz, mordaz, y que siente cierta animadversión hacia su compañero de mesa, Serge… Tiene unos primeros capítulos brillantes, en la que nos sorprende la prosa desenfadada y amena, dinámica y sarcástica, que nos hace  empatizar con el personaje. También nos presenta la personalidad de los otros tres comensales (Serge, su esposa Babette y la esposa de Paul, Claire, ésta última una mujer a la que es difícil no admirar) con solvencia, aunque, y esto es importante, siempre influenciados por el punto de vista de Paul.

Aproximadamente a mitad del libro, se produce un cambio radical en el “tempo” de la narración, y a partir de ahí vemos mudar las caras de cada uno de los personajes, reaccionando de maneras diferentes a lo acontecido  y precipitándose la acción.


El libro se nos presenta con una estructura muy original, siendo dividida la narración basándose en los diferentes platos que les son servidos (aperitivos, entrantes, segundo plato, etc), lo que, junto a la visión que tiene el protagonista de este tipo de restaurantes y la comida que se sirve en ellos, provoca en nosotros la impresión de estar asistiendo como espectadores a una especie de obra de teatro.

El autor despliega una escritura ágil, amena, divertida, que nos acompañará durante gran parte del libro, y que nos irá abandonando a medida que los hechos se van agravando, y se permite incluso jugar con el lector y con la impresión que tiene de los personajes…

 El dilema moral es evidente, y nos plantea unas preguntas interesantes y que pueden llegar a provocar debates apasionantes: “¿Hasta dónde llegarías para defender a uno de tus hijos?” “¿Es realmente adecuada la implementación de valores morales en la educación de hoy en día?” “¿Hasta qué punto se justifica la violencia?”

Todo ello se contrapone con el escenario elegido por el autor: un restaurante de lujo que funciona como símbolo de la importancia que se le da hoy día al status social y lo absurdo que resulta una reunión en la que se va a decidir algo tan importante en dicho escaparate.

 Es un libro totalmente recomendable, con una manera novedosa de narrar, que a modo de cuentagotas nos va introduciendo en la trama, y que no puede dejar indiferente a nadie. A mi modo de ver es una interesante exposición de la deriva que está tomando la educación padre-hijo, en la que los valores de antaño van siendo sustituidos por una alarmante escasez de los mismos…

Sin embargo, el giro tomado por Koch para dejar atados los cabos y que no quepa duda de qué es lo que falla y por qué, hizo que me sintiese ligeramente decepcionado, y que no llegase a alcanzar un resultado redondo…

Para terminar, os dejo con una brillante frase  de “La cena”:


“La felicidad se basta a sí misma, no necesita testigos.”