Luz de Agosto, de William Faulkner.
Es una novela
escrita en EEUU en la década de los 30 del siglo pasado, en la que los
hechos nos son narrados a través de tres personajes principales:
-Lena Grove, una hermosa y joven soltera a punto de dar a luz que
emprende un larguísimo viaje a pié en busca del padre del niño. El
itinerario de Lena es usado por Faulkner como marco narrativo,
mostrándonos el sur de los Estados Unidos, donde racismo, violencia e
intolerancia seguían muy vivos.
-Joe Christmas, a mi
parecer el personaje principal de la novela, un hombre criado en un
horfanato, y más adelante por una familia adoptiva opresiva, usada por
el escritor para criticar hasta mostrar una cara devastadora de la moral
puritana y religiosa del Sur. Joe se convierte en un ser atormentado
por sus orígenes y que sufre una constante lucha interior, y llega a
convertirse en una especie de víctima y a la vez verdugo de la sociedad.
Es un personaje de los mejor definidos por Faulkner y probablemente de
la literatura del siglo XX.
-El reverendo Hightower, otro
personaje atormentado y obsesionado con sus orígenes, en este caso por
su difunto abuelo muerto en la guerra civil americana y que sufre
apariciones de soldados de esa guerra.
La obra nos
introduce en una sociedad cruel y, como dije antes, intolerante, con un
racismo arraigado y un odio por lo diferente, ya sea por llevar sangre
negra (Christmas), como por haberse quedado embarazada sin haber
contraído matrimonio (Grove), como el propio reverendo, que es aislado
por los habitantes de Jefferson.
El escritor no introduce
en este mundo con su novela, a mi modo de ver, más accesible al lector,
lo que no quiere decir que sea de fácil acceso al lector..
En ella
utiliza diversas técnicas narrativas y saltos en el tiempo, y aún así
consigue que el lector no desconecte de la narración, sino que se vea
como algo vivo, como si estuviese viviendo en ese momento, en ese lugar:
hechos, lugares, olores, colores que no parecen contados sino
vividos... Un mundo que nos presenta duro, agresivo, pero que sin
embargo deja un resquicio a la esperanza con el capítulo final.
Es
una de las obras maestras que nos dejó Faulkner, un escritor al que se
recordará dentro de siglos, aunque no arrastre a las masas hacia su
literatura, lo que me impide recomendarlo a todo lector, aunque eso sí,
los que admiramos este tipo de literatura lo guardaremos como un
tesoro..