“Wilt no se aclara”, de Tom Sharpe.
A sus más de 80 años, el viejo de Sharpe vuelve con su
personaje fetiche, el más exitoso y el que marcó su exitosa carrera literaria. Vuelve
con su humor disparatado, enrevesado y delirante…
A estas alturas, el lector de Wilt está curado de espantos y
es difícil sorprenderlo, tal es la cantidad de situaciones inverosímiles que
nuestro inocente y cándido amigo sufrió a través de los años…
En esta ocasión, sus cuatrillizas ya adolescentes (y con una
curiosidad sexual voraz) y su mujer Eva deciden viajar a Estados Unidos a pasar
las vacaciones en casa de su tía. Por su parte, Henry Wilt decide no viajar con
ellas y tomarse unas apacibles vacaciones en la campiña inglesa. Como podréis
suponer, de apacibles no tienen gran cosa, y tanto en Inglaterra como en EEUU
se sufrirá la habitual sucesión de calamidades que acompaña a la familia….
Si bien este es un humor que hace muchos años me hace saltar
lágrimas, he de reconocer que, quizás la reiteración de los argumentos, o quizás
porque el ingenio va a menos, las páginas de Sharpe cada vez contienen menos quilates
de ese humor y de ese ingenio, y vistas sus últimas entregas (entre ellas “Los
Grope”), la pérdida apunta a irrecuperable. Cabe destacar que estamos hablando de la penúltima de las entregas (de momento) de las historias de Wilt. La última es "La herencia de Wilt".
De todos modos, aún en horas bajas, consigue sacarme
carcajadas, y en mi tendrá un lector asegurado en todas sus publicaciones.