Voy a comenzar diciendo que con Theodor Kallifatides no puedo ser neutral. Se me nota el amor por lo que escribe este entrañable anciano de eternas bolsas en los ojos. O, en este caso, por lo que escribió hace tiempo (años 70) y que hoy rescata Galaxia Gutenberg para publicar por primera vez la que fue la trilogía que lo encumbró como un gran autor, formada por el mencionado "Campesinos y señores", "El arado y la espada" y "Una paz cruel". De momento nos hemos de conformar con el primero de los títulos.
¿Qué nos vamos a encontrar en las páginas de "Campesinos y señores"? Pues un análisis en un corto espacio temporal concreto de los hechos sucedidos en un pequeño pueblo del Peloponeso (Yalós) y la idiosincrasia de ese propio pueblo y, con ello, la más amplia del pueblo griego moderno. La narración comienza con la espera de los habitantes (la mayoría de ellos campesinos, pero también veremos al alcalde, al terrateniente, al loco del pueblo...) de la llegada de las tropas nazis durante la invasión del país en la Segunda Guerra Mundial.
A priori no lo ven con mucho temor, ya que llevan un tiempo sufriendo la ocupación del indisciplinado ejército de una Italia comandada por Mussolini. También una guerra civil intermitente derivada de una convulsa alternancia política con dictaduras incorporadas entre republicanos y monárquicos. Luego (lo veremos en las próximas entregas) el testigo de la ocupación lo tomaría un ejército británico con mejor imagen (la que suelen tener los ganadores de las guerras, que son los que escriben la Historia) pero similares intenciones.
La griega era una sociedad efervescente desde mucho tiempo atrás, alterada por la llegada masiva de personas debido a la fallida guerra con Turquía, que acabó en derrota y retirada, y que supuso una prolongación para Grecia de la Primera Guerra Mundial hasta el año 22.
Sin embargo el pueblo que nos describe Kallifatides es ajeno a cualquier filiación política, y nos muestra de primera mano (los libros están basados en recuerdos e historias de su propio pueblo) y en esta ocasión en tercera persona a hombres y mujeres más preocupados de las tierras que cultivan, de tener algo con lo que alimentar a su familia o de jugar su partida en el bar del pueblo que de cualquier otra cosa. Como para mí ya es habitual, la prosa de Theodor me resultó hipnótica, y además de una visión inteligente y lúcida de lo que nos quiere mostrar, añade esa mezcla de dulzura, sensibilidad y de un humor muy particular y para mí acertado que hace imprescindible la lectura de los otros dos libros (de momento no publicados) sobre las historias de su pueblo, un pueblo heleno acostumbrado a ser masacrado ya sea por invasores o por los propios griegos.
Como habrás imaginado, "Campesinos y señores" no es un libro para todo el mundo, ya que no es una novela con personajes, planteamiento, desenlace y nudo, sino una colección de anécdotas o hechos reseñables (algunos curiosos y algunos duros) muy bien articulada para las personas a las que interesa la Historia y las historias bien contadas (es mi caso). Y, si conoces al autor, puedes imaginar que siendo Theodor Kallifatides el que escribe, también hay pinceladas sobre la eterna inmigración/emigración griega y sobre todo de ese amor y admiración incondicional por la figura más importante de su literatura: las madres.
