domingo, 4 de diciembre de 2022

"No y mil veces no", de Nina Lykke

 

Si hacemos un esbozo de la vida de Ingrid nos daremos cuenta de que es, sobre el papel, una existencia similar a la que todo el mundo desearía. Mujer de mediana edad, tiene un puesto de trabajo seguro y tanto bien pagado como bien visto socialmente en su país (es profesora). Además, ya ha cumplido 25 años de plácido matrimonio con Jan, y son padres de dos hijos que ya están en la edad de echar a volar.

 

Sin embargo, como puedes esperar o no habría historia que contar, Ingrid no es de la misma opinión que nosotros. Ella siente que su labor docente está estancada en la monotonía, sin posibilidades de ascenso ni de cambio a la vista; además, gran parte de los alicientes que hicieron que su relación con Jan en algún momento la viese como definitiva se hayan mitigado o incluso desaparecido.

 

Y, por último, sus hijos, en edad de trabajar ya, son egoístas y egocéntricos y son incapaces (no incapaces, sino que habiendo elección eligen no hacerlo) de hacer algo positivo, incluso las tareas más básicas en una persona. Son unos malcriados de libro. Como colofón, el difícil de digerir descontento que siente Ingrid ha de convivir con la naciente ilusión de su marido, funcionario de carrera, que acaba de recibir por una serie de casualidades un importante ascenso en el ministerio para el que trabaja.

 

 

“No y mil veces no” es el primer libro que leo de la autora noruega Nina Lykke, que obtuvo un éxito destacable con “Estado del malestar” hace un par de temporadas, logrando unas ventas excelentes en su país y en otros de su entorno. Si tuviese que definir lo que me he encontrado en sus páginas empezaría por una narrativa inteligente, cáustica y dura. Pero esa dureza va mezclada con un humor muy de agradecer, bien pensado y bien utilizado.

 

Las dudas de Ingrid son las dudas de cualquiera, y la indignación que vive ante algunas situaciones cotidianas también son muy comprensibles. No así son sus reacciones, que en algún momento podemos tildar de pintorescas, lo que da al argumento un toque al menos en parte extravagante. En conjunto, “No y mil veces no” es un libro fácil de leer, con una voz interesante  y original, y aunque es un tanto irregular (o su trama no es redonda) es recomendable. En cierto modo me recordó a los libros de David Foenkinos, que son atractivos en su lectura pero cuyas estructuras suelen ser (o me resultan a mí) un tanto endebles. De todos modos hay que marcar en corto a Nina Lykke. Puede traer más buenos libros debajo del brazo.