domingo, 9 de febrero de 2020

Libros de Oscar


La aparición del cine hace ya más de un siglo supuso un impacto descomunal en la sociedad de por aquel entonces. Se fue haciendo un sitio inconfundible entre los gustos de la población poco a poco. Sería injusto señalar que hoy día no supone el mismo impacto, ya que en la actualidad el porcentaje de población mundial como el número en sí que tiene acceso al cine, a las películas, es abrumador. Así, el cine trajo consigo un cambio en muchos aspectos.

Como en Un libro en las Antípodas nos dedicamos a comentar aspectos que tienen que ver con la Literatura, hemos de destacar que hay una relación muy estrecha entre el cine y los libros. A pesar de la evidente influencia de los relatos en los guiones de películas, también hay una influencia inversa; por poner un ejemplo, las descripciones que usan los escritores actuales son mucho menos minuciosas y extensas, ya que dan por hecho que el lector es capaz de hacerse una idea mucho más rápida gracias al apoyo visual que ha tenido a lo largo de su vida.


Dado que el ejemplo que acabamos de exponer puede resultar un poco vago e incompleto, vamos a apoyarnos en la memoria gráfica. Si desde aquí describimos a un personaje como un “mago con túnica  y capucha, con pelo y barba blancos y largos, y que camina apoyándose en una vara larga” probablemente haya venido a tu mente el Gandalf que nos trajo Peter Jackson para “El señor de los Anillos”, o quizás incluso al mundo visual de Harry Potter. Así, en unas pocas palabras tu mente (probablemente) haya recreado algo que ya has visto. Sin embargo, cuando J.R.R. Tolkien creó a su Gandalf no existía esa memoria visual, por lo que sus descripciones habían de ser a la fuerza mucho más exhaustivas. Esperamos haber explicado mejor la influencia que deseábamos señalar.

Así, en innumerables aspectos influye directa o indirectamente el cine. La Historia cambia a medida que avanza el mundo, y no es de extrañar que se sigan haciendo películas de guerras terminadas hace ochenta años, ya que con ello se quiere extender una (u otra) visión de la historia. En ese aspecto se puede decir que la Literatura es utilizada del mismo modo, y en algunos libros se intenta crear una historia a medida rodeada de simple entretenimiento. Sin embargo, vamos a centrarnos hoy en un aspecto concreto de la relación entre el cine y los libros.

De entre todos los premios cinematográficos del mundo, si buscamos los más prestigiosos seguramente giremos nuestra mirada hacia Venecia, Berlín o Cannes (de los que aquí conocemos). Sin embargo, si preguntamos por el más conocido, sin duda todos diríamos el Oscar de la Academia. Creados en la década de los veinte del siglo pasado, contribuyeron a dar glamour a Hollywood y a la industria que tuvo y tiene su epicentro en dicha localidad.

Desde entonces y hasta hoy pasaron cientos de estrellas del celuloide por la tradicional alfombra roja que supone la entrada a la entrega de premios. Unos premios que otorgan a los nominados unos meses de celebridad, que se convierten en prestigio perenne de lograr la codiciada estatuilla. Así, les acompañará para siempre la frase “Del/la ganador/a del Oscar de la Academia…”. De entre los premios más preciados encontramos el de Mejor Película, Mejor Actor, Actriz, Dirección, y el mejor Guión, sea original o adaptado. Y en ésta última opción queremos poner el foco hoy.

Si buscamos entre las películas que obtuvieron el galardón a la Mejor Película desde el primer año, acaecido en 1928, encontraremos un buen puñado de excelentes películas ( y, ¿por qué no decirlo? con algunas que no lo son) y de entre ellas, de un primer vistazo, una mayoría de películas que están basadas en libros.

Ya en 1930, apenas dos años después de organizarse la primera entrega, nos llega la adaptación cinematográfica de “Sin novedad en el frente”, de Erich Maria Remarque. Si te parece, iniciaremos un breve repaso de las películas basadas en libros que resultaron ganadoras destacando desde este instante, desde 1930, una película por década.

Sin duda alguna, a pesar de haber otras películas dignas de reseñar, hemos de recordar la obra de Margaret Mitchell, que hoy día sigue vendiendo ejemplares a miles, como la adaptación cinematográfica más exitosa y recordada de los años 30. Seguro que en algún momento de tu vida pronunciaste alguna de las frases que se decían en la superproducción “Lo que el viento se llevó”, protagonizada por una Clark Gable que será para siempre Rhett Butler y una Vivien Leigh que será recordada como Scarlett O´Hara. En esta primera década, 6 de las 10 películas premiadas estaban basadas en libros.

Será difícil encontrar otro éxito de esas características, pero si avanzamos hacia la década posterior, marcada por la Segunda Guerra Mundial, nos encontraremos con joyas ganadoras como “Qué verde era mi valle”, de Richar Lewellyn o la tantas veces adaptada “Hamlet”, de William Shakespeare. Sin embargo, si hemos de elegir una adaptación memorable de los años 40 (recordamos, premiada con el Oscar a la Mejor Película) nos quedaremos con “Rebeca”, de Daphne du Maurier, ya que la adaptación del realizador británico Alfred Hitchcock nos regaló con ella otra forma de hacer cine, e influenció en gran manera en las películas de la época. Hay que señalar que por aquellos años Hollywood se nutría de excelentes escritores para realizar sus guiones, algunos de ellos los más célebres de su época, lo que repercutía directamente en la calidad de las películas. En la década de los cuarenta, ocho de las diez películas premiadas estaban basadas en libros.

A medida que avanzamos en la historia del cine nos vamos encontrando con otros estilos, otras preferencias. La guerra que quedó atrás tuvo en los 50 una gran representación en los títulos que llegaban a las salas de cine, aunque también predominaban los western y las películas basadas en motivos religiosos. A pesar de que, al revisar el listado de películas premiadas en esta década, nos encontremos con títulos como “Eva al desnudo”, de Morgan Elaine, o “El puente sobre el río Kwai” (¿estás silbando?), basado en la obra de Pierre Boulle, sería injusto no reconocer que “Ben Hur” fue la película más exitosa de la época, siendo premiado con 11 estatuillas, lo que la convirtió en la película más premiada durante décadas. Tengo la impresión (que no he confirmado) de que es la película más premiada, ya que películas posteriores obtuvieron el mismo número pero habiendo entonces ya más categorías. En esta década de los 50  seis de las diez películas premiadas estaban basadas en libros.

En unos pocos párrafos ya hemos repasado varias décadas, y en este párrafo toca revisar las premiadas en la década de los 60, una época en la que las superproducciones deslumbraban con las diferentes y novedosas técnicas de filmado y los miles de extras incluidos en los rodajes, y con ello una época dorada en cuanto a la taquilla se refiere. Es difícil no recordar epopeyas filmadas entonces, que todavía permanecen en nuestra retina. Sin embargo, no todas están basadas en libros y hemos de recordar que es un requisito para que sean nombradas en estas líneas. El otro requisito es haber obtenido el Oscar a la Mejor Película, y entre las que resultaron ganadoras en esta época es difícil elegir entre títulos como “Cowboy de medianoche”, de James Leo Herlihy, “Lawrence de Arabia”, basado en “Los siete pilares de la sabiduría”, de Thomas Edward Lawrence o “West Side story”, basado en “Romeo y Julieta”, de William Shakespeare (¿Será el autor con más “Oscar” en su haber, cuatro siglos después de haber fallecido?).

Sin embargo, como nos hemos comprometido a elegir uno por década, recordaremos “Sonrisas y lágrimas”, de María Von Trapp, que todavía nos trae recuerdos tantos años después. En esta década, nada más y nada menos que ocho de las diez películas premiadas tuvieron de base un libro.

De cualquier modo, los productores saben muy bien que los gustos de los espectadores van variando dependiendo del contexto social y la edad de aquéllos. Tras una década en la que los libros coparon los premios de la Academia, llegó otra, la de los 70, en la que los gustos cambiaron radicalmente, y películas en las que la violencia y delincuencia tenían gran importancia llenaron las carteleras de los cines de entonces. Así, tan solo cuatro películas premiadas estuvieron basadas en libros. “Kramer contra Kramer”, de Avery Corman es uno de los ejemplos, y “French Connection”, de Robin Moore, es otro de los destacados. Sin embargo, es imposible no remontarnos al año 1972 destacar una de las películas más importantes de la historia del cine, que está basada (y cuyo guión escribió el propio autor) en la obra de Mario Puzo “El Padrino”, y que nos dio una buena imagen de las relaciones entre los integrantes de la Mafia. Un par de años más tarde de este estreno  su secuela, “El Padrino II”, obtuvo también el premio a la mejor Película. Recordamos, tan solo cuatro de 10 en esta década basadas en libros.

Ante la escasez de adaptaciones cinematográficas de los setenta, nos adentramos en la década de los 80 en la que es todavía más sencillo elegir, ya que tan solo tres de las diez películas que obtuvieron el Oscar a la Mejor Película estaban basadas en libros. ¿Por qué no nombrar los tres libros? Con “La fuerza del cariño”, de Larry McMurtry es el primero de los títulos a recordar, siguiendo con la autobiografía de Pu Yi, libro que utilizó Bernardo Bertolucci para regalarnos esa maravilla visual que es “El último emperador”. Por último, y queriendo destacar como la obra más reconocible de la década de premios de los 80, recordaremos el viaje que Karen Blixen realizó al continente africano y las evocadoras aventuras y nostálgicas imágenes que nos trajo la película basada en su libro: “Memorias de África”. Difícil olvidar su banda sonora. Como decíamos, tres de diez en esta década basadas en libros.


Así, sin demasiada prisa, nos vamos acercando a la época actual. Y hemos llegado a los 90, época cercana para algunos (entre los que nos incluimos) y lejana para los más jóvenes. Si echamos la vista atrás, también apreciaremos un cambio en las películas que copaban las carteleras en los años noventa, y si intentamos compararla, por ejemplo, con las de los años setenta, pocas similitudes encontraremos. En cuanto a los Oscar que hoy visitamos, podemos películas premiadas basadas en libros como “Forrest Gump”, de Winston Groom, “Bailando con lobos”, de Michael Blake o “El paciente Inglés”, de Michael Ondaatje. Sin embargo, hemos de resaltar uno de ellos y desde esta página nos decantamos por la lista que Oscar Schlinder hizo para salvar a algunas personas de una muerte segura, a pesar de traicionar a sus compañeros (afortunadamente). Ese hecho real fue novelado por Thomas Keneally, y Steven Spielberg decidió llevarlo a la pantalla en blanco y negro (y rojo) para regalarnos la inolvidable “La lista de Schlinder. A pesar de no ser una gran década en cuanto a adaptaciones de libros, al menos 5 de 10 películas premiadas lo fueron.

Ya hemos acabado el primer milenio de la historia del cine, con un repaso literario más largo de lo esperado cuando lo iniciamos. Sin embargo, el objetivo está tan cerca de ser cumplido que seguiremos un par de párrafos más. En la primera década de este siglo creo que convivieron películas más intimistas con superproducciones entre los títulos de las películas más vistas. Es tal vez una percepción equivocada. En cuanto a los premios otorgados, como siempre con reservas sobre si son o no las mejores películas del año (seguramente habría una mayoría de noes en respuesta a estas preguntas) nos encontramos con grandes producciones con aura de películas independientes e incluso películas con corto presupuesto como “Slumdog Millonaire” basada en el libro de Vikas Swarup. También nos encontramos obras maestras en todos los aspectos: los fabulosos hermanos Coen, con su habitual maestría, tomaron el texto de otro maestro (Cormac McCarthy) y nos trajeron una serie de interpretaciones inolvidables (incluida la del maligno Javier Bardem con su corte de pelo igual de maligno) en “No es país para viejos”.

Sin embargo, es difícil no resaltar la colección de Oscar de la Academia que obtuvo la tercera entrega cinematográfica de “El señor de los Anillos”, que coincidía con el tercer libro de J.R.R. Tolkien “El retorno del Rey”. La lluvia de estatuillas probablemente se tomó como una recompensa a una trilogía que supuso un enorme esfuerzo técnico y humano, y también como el colofón a los cientos de millones recaudados en taquilla. En esta primera década de este siglo hubo cinco de diez películas premiadas basadas en libros.

Por fin hemos llegado al final del repaso, en el que vamos a visitar la década que hace poco hemos superado. Tal vez por haber poca perspectiva de tiempo, parece la más heterogénea en cuanto a títulos de cine. En las taquillas han triunfado (es una impresión, no un dato veraz) títulos de superhéroes y sus familiares, sobrinos y primos, grupos de ellos con sus historias más o menos simples a cuestas. En los premios que hoy recordamos se encuentran una serie de películas que, es una impresión de nuevo, tienen menos carisma que en otras décadas. Tal vez sea de nuevo el poco tiempo que ha pasado, pero es difícil imaginar que, entre el listado que forma la década de premiadas, haya alguna que sea recordada dentro de muchos años. Sin embargo, también hay que destacar que parece que ha sido tendencia no adaptar libros, así que esta década (cuyos premios acaban hoy) será una de las más escasas de la historia en este apartado.

“12 años de esclavitud” fue escrito por Solomon Northup como una autobiografía en la que el título nos dice ya el argumento de los terribles padecimientos que tanto él como sus coetáneos hubieron de vivir. La adaptación cinematográfica fue una de las ganadoras de esta última década, así como lo fueron “Moonlight”, de Tarell Alvin McCraney y ´”Argo”, un importante incidente diplomático que está basado en sendos libros de Tony Mendez y  Joshua Bearman. A mi modo de ver, no hay un título que, como en las décadas anteriores, deslumbre y destaque sobre los demás. Tan solo nos queda conocer un último nombre, y es el que saldrá de entre los nominados de esta noche. ¿Quién sabe? Tal vez resulte ganadora una película basada en un gran libro.

Hasta aquí el repaso de esa relación tan intensa entre literatura y cine, que tiene tantos matices para ofrecernos que daría para cientos de páginas. Sin embargo la que hoy hemos visto, la de la relación entre la entrega de los premios Oscar que se celebra cada febrero y la de los libros en los que se basaron las ganadoras del premio a la Mejor Película, llega a un punto y aparte, ya que hay libros que están esperando su adaptación, e incluso hay libros que no están todavía escritos que, sin duda, ganarán ese premio en el futuro.