Emma Cruz se
encuentra en un momento de su vida decisivo, en el que sin duda un cambio es
necesario. Dicho cambio se lo pone en bandeja el haber conseguido una plaza de
profesora de Derecho Penal en la Universidad de Vigo. Dado que se encuentra
lejos de su domicilio, Emma ha de alquilar una vivienda para poder desarrollar
su nuevo empleo. Su nuevo lugar de residencia se encontrará en el cercano (e
imaginario) pueblo de Merlo.
En cuanto se
instala en Merlo, Emma se da cuenta de que todo el pueblo vive bajo la sombra
de los sucesos acaecidos hace ya veinticinco años, en los que las hermanas
Giroud desaparecieron sin dejar más rastro que una zapatilla en una cuneta.
Ninguna de las investigaciones iniciadas por las autoridades dio sus frutos y,
tras conocer a varios vecinos y ver a los afligidos padres en un acto de
homenaje de las niñas ausentes, Emma hace del caso su objeto de investigación.
Nuestra
protagonista pronto se ve envuelta por una serie de incertidumbres, de dudas y
de medias frases que la tienen tan perdida como a nosotros mismos, los que la
acompañamos a través de la lectura. El ambiente se va recubriendo, tal y como
el mismo pueblo, de una niebla que afecta a todos los habitantes de uno u otro
modo. Los vecinos de Emma se presentan como una amalgama de relaciones
complicadas que hace difícil saber de qué hilo tirar para descubrir una nueva
línea de investigación que le entregue alguna pista de cuáles fueron los hechos
que llevaron a relacionar para siempre el pueblo de Merlo con la desaparición de
las Giraud.
Cuando uno se
decide a iniciar la lectura de un libro, se puede deber a decenas de razones.
El hecho de que la autora sea gallega fue una de las principales, aunque no la
única. A pesar de que no suelo leer sinopsis antes de la lectura sí suelo
hacerlo al terminarla. Quisiera comentar al respecto de “Infamia” que creo que
calificarla de thriller psicológico no tiene que ver con la realidad. En las
páginas que nos ofrece la autora gallega encontramos una prosa adictiva que va
más allá de los hechos, que intenta indagar en los perfiles psicológicos de los
personajes y de cómo el pasado va dando pinceladas de su comportamiento y de su
propio carácter.
El ritmo ágil hace
que pasemos una página tras otra, y además de querer indagar en los hechos centrales
de la trama, queremos saber un poco más también de cada personaje, tanto en el
pasado como en el presente, y por supuesto lo que les deparará el futuro. A
pesar de no saber qué me podía esperar (y sinceramente, creo que de ceñirse a
la etiqueta de thriller psicológico que lleva consigo no lo hubiese disfrutado)
“Infamia” me ha supuesto una agradable sorpresa, en la que la lectura me ha
llevado por caminos diferentes a los esperados.
Ledicia Costas es
Licenciada en Derecho y experta en Derecho Penal (casualidad, supongo, que Emma
Cruz lo sea también) y tiene una dilatada carrera en literatura infantil y
juvenil, con un buen número de premios cosechados a lo largo de varias décadas.
“Infamia” es la primera novela narrativa de adultos y está suponiendo un
impacto en los lectores (primero en gallego y ahora en castellano) que desde
esta página deseamos sea un éxito total, al igual que el resto de su carrera
literaria.