domingo, 19 de mayo de 2019

"Recuerdos durmientes", de Patrick Modiano


El protagonista de esta historia es un hombre que ha sobrepasado la madurez y que  intenta reconstruir parte de su pasado con retales que va recolectando de su memoria. Para ello utiliza sensaciones casi olvidadas, nombres que quedaron difuminados en sus recuerdos y fotografías agrietadas acompañadas de ajadas notas que tienen más de cinco décadas.

Hemos de tener en cuenta que ese hombre, nuestro protagonista, no es otro que el propio autor del libro. Patrick Modiano nos coloca desde las primeras páginas en la década de los sesenta del siglo pasado en un París que nos resulta efervescente, y concretamente en un barrio, el de de Montmartre, que parece ser un personaje más de la narración. Quizás sería más acertado puntualizar un poco este último dato y definirlo como un hogar en sí,  en el que las calles se sienten más propias y acogedoras  que un piso o una impersonal habitación de hotel, que son las moradas de los personajes que nos son presentados.


De esta manera el narrador y conocido autor recuerda parte de su propia juventud, cuando a duras penas sobrepasaba la segunda década de su vida, y nos la presenta en una serie de encuentros con seis mujeres diferentes, cada una de ellas enigmática a su manera y que dejaron poso en su vida. En esta narración el autor nos lleva caminando por una finísima línea que separa (y a veces no logran ser separados) la realidad de las ensoñaciones, el recuerdo fiel del imaginado, la fugacidad de la realidad. Algunas de las mujeres que intervienen en “Recuerdos durmientes” ya figuran en anteriores publicaciones del escritor francés, que como recordarás hace unos pocos años fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura.

En ese ejercicio memorístico que nos es regalado el lector se ve envuelto en un ambiente un tanto bohemio y con un magnetismo muy particular, en una narración en blanco y negro con cafés llenos de humo, libros que cambian existencias y noches de misterio, ocultismo y ocultación. Al principio (al menos al lector que escribe estas líneas) ese ambiente es un poco hostil, en el que cuesta entrar aunque algo hace que esperemos formar parte de él en algún momento de la narración. Y lo cierto es que se logra, pero es una involucración tan leve que no nos llegamos a dar cuenta del todo.

“Recuerdos durmientes” es el primer texto que visito del prestigioso autor francés. Aunque el libro se me ha hecho corto y quedo con la sensación de haber entrado en él demasiado tarde, creo que el mundo Modiano es un mundo digno de ser leído y sin duda caerá en mis manos algún otro título que me lleve de nuevo a ese pasado tan atractivo.