Leopold Gursky es un joven polaco
de un pequeño pueblo que, viendo la inminente invasión de su localidad por
parte de las fuerzas alemanas, decide esconderse en el bosque. Gracias a ello
logra sobrevivir, aunque al finalizar el tiempo de aislamiento lo que encuentra
es desolador: su familia ha desaparecido, y probablemente fallecido. Su novia,
el amor de su vida, ha tenido que emigrar a los Estados Unidos.
Así que Leo también emigra hacia
ese país, siguiendo la pista de su amada. Sin embargo, la vida esperada en
Nueva York no llegará a cumplirse. Su vida transcurrirá como cerrajero (la
profesión que le enseñó su primo, única persona que conocía al llegar a su nuevo
hogar) hasta que alcanza la senectud. En ella su mayor preocupación será que,
cuando alguien encuentre su cadáver, pueda realizar las gestiones para que sea
enterrado en la parcela del cementerio que ha adquirido.
En la misma ciudad, aunque en un
mundo muy diferente, vive nuestra segunda protagonista: Alma Singer,
adolescente quinceañera huérfana de padre que intenta sobrevivir a la difícil
época en la que se encuentra y que intenta proporcionar un aliciente en la hundida
vida de su melancólica madre.
La capacidad de Charlotte (su
madre) como traductora se ve reflejada en un repentino encargo por parte de un
desconocido: que traduzca el manuscrito que ha encontrado de “La historia del
amor”, un antiguo libro publicado decenas atrás que tuvo un limitado éxito en
la ciudad sudamericana de Buenos Aires en la que fue publicada.
El hecho de ser un libro que
compró y le regaló su fallecido marido enciende una luz en la vida de la madre
de Alma. De hecho, es un libro tan importante para la familia que el nombre de
la niña le fue asignado por ser el de la protagonista de “La historia del amor”.
Alma decide conocer un poco más
del autor, de la historia, y de la protagonista (¿real tal vez?) que se
encuentran tras las páginas de un libro tan olvidado que tan solo permanecía en
las mentes de un puñado de personas. También tiene la ilusión de que el
misterioso hombre que encargó el trabajo de traducción del libro sea la persona
que cambie la vida de su madre.
Página a página iremos descubriendo
un poco más del pasado de nuestros protagonistas y de las personas que los
acompañan día a día: en el caso de Leo casi podríamos limitarnos al poco
contacto que mantiene con su vecino Bruno (antiguo amigo que encontró en Nueva
York años después de establecerse), con el que tiene un curioso código para
hacerse saber el uno al otro que siguen vivos. En el caso de Alma, su peculiar hermano (que se
hace llamar “Bird”) y su amigo Misha.
La prestigiosa autora Nicole
Krauss consiguió con ésta, su segunda novela, superar las expectativas que
había creado con su primera entrega. Escrita con una estructura un tanto
personal y fuera de lo común, entrelaza las vidas de sus personajes dándoles voz a cada uno, con unas
descripciones muy certeras y dotando de una sensibilidad en puntos clave que no
puede acabar más que en un torrente de emociones. Esas emociones que nacen del choque entre un hombre que está dispuesto ya a abandonar la vida y una adolescente con ganas de conocer todo lo que la vida puede ofrecerle a ella.
Además en este libro encontramos
un pequeño homenaje a precisamente eso, el libro, y el poder que tiene cada uno
de ellos para cambiar la vida de las personas. Es una obra a disfrutar, aunque
también requiere que el lector le otorgue su complicidad, ya que la estructura
en ocasiones se vuelve un tanto compleja. Una autora a seguir.