
Cuando Nora estaba embarazada de
Emanuele y surgieron complicaciones que pusieron en riesgo el embarazo, la
señora A. fue contratada para que le ayudase en su reposo y se ocupase de las
tareas propias del hogar. Es una mujer testaruda, eficiente y muy activa, con
lo que pronto se hizo imprescindible en el día a día de esta pareja. Con el
nacimiento del niño, Babette añadió a sus funciones la de niñera, desarrollando
todas y cada una de sus labores con estoicidad y admirable capacidad para
realizarlas con el mejor de los resultados.