Charlotte Salomon fue una pintora
alemana nacida en 1917 y fallecida en 1943. La autora consiguió plasmar su
personalidad intensa en sus obras, y gracias a varias exposiciones organizadas
por su padre y su madrastra varias décadas después de su muerte consiguió
cierto reconocimiento. Sin embargo, ese reconocimiento se fue apagando poco a
poco hasta adquirir un papel residual en los libros de historia.
De ahí viene a intentar
rescatarla el autor francés David Foenkinos, escritor que disfruta desde hace
varios años de un cómodo éxito de ventas. El interés casi obsesivo que sintió
por la vida de Charlotte al conocer su obra le obligó a iniciar un proceso de
investigación para recopilar datos que pudiesen formar una biografía de su
admirada pintora y persona, datos que en su mayoría extrajo de la obra "¿Vida? ¿O teatro?", una mezcla de ilustraciones, escritos y música escritos por Salomon de forma autobiográfica.
Tras ocho años de notas y
reescrituras, visitas a diferentes lugares que fueron fundamentales en la vida
de la joven pintora y charlas con supervivientes que podían aportar algún dato,
Foenkinos decidió publicar este sentido homenaje a su figura, una biografía
contada de una manera muy particular. Y es que de la mano de los trazos que va
dibujando el autor, con frases cortas en las que el protagonista es el punto y aparte,
y una inacablable sucesión de éstos, vamos viviendo cada una de las facetas de
la personalidad de Charlotte.
Como si se tratase del cuadro que
ilustra la portada del libro, cada frase se convierte en una pincelada
sencilla, que va dando forma a la vida de esta mujer, y con cada pincelada nos
adentramos en la mente de una persona con una sensibilidad fuera de lo común. Una
sensibilidad que hubo de sufrir como losas una sobre otra diversas muertes
trágicas, que marcan en ella una extraña relación con el suicidio, que la
persigue de cerca, e incluso la persiguió tras su muerte. Además, como muchos
de vosotros sabréis, su origen judío hizo que tuviese una vida alejada de lo
ideal, y que iniciase una huida intentando escapar de un destino al que no
logró evitar.
A veces el lanzamiento de un libro y su consiguiente
campaña publicitaria en los medios de
comunicación son capaces de despertar el interés por leerlo. Sin embargo, una
vez consumida esa campaña y enfriado el ardor con el que irrumpe en nuestras
vidas, en ocasiones la emoción por la historia se ve enfriado y en otras
ocasiones persiste.
Desde el primer momento, el
lanzamiento de “Charlotte” por parte de David Foenkinos en nuestro país
despertó mi interés. Un autor al que no conocía más que por ver varios sus
libros entre las estanterías de los más vendidos en los últimos años, pero que
nunca me había llamado la atención. El ver una entrevista en el impagable
programa de televisión “Página 2” y gracias a esa entrevista el apasionamiento
con el que defendía la figura y la obra de Charlotte Salomon me hizo ver al
autor con diferentes ojos.
Además, el poder adentrarse en la
obra de la (hasta ahora para mí como para la mayoría de nosotros) desconocida
pintora me hizo tomar mucho más interés en la figura de una persona con una
vida interior tan desarrollada como se observa en cada uno de sus cuadros.
Tras unos meses de “enfriar” la
emoción inicial (lo suelo hacer para valorar la obra en una medida un poco más
cercana a la realidad) me decidí tras varias recomendaciones de lectores con
cuyos gustos me siento identificado. Y gracias a ello he descubierto una
lectura que será difícil de olvidar, tanto por la original, extraña y atractiva
forma de ser contada, como por lo que representa, la exaltación de la obra, la personalidad y la vida de una
persona excepcional, que no merece ser olvidada.