Este libro nos presenta un marco
prácticamente desconocido: la invadida Praga, sometida a un ejército nazi en
los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, al que se le acumulan derrotas
y contratiempos, y cuya debilidad es aprovechada por muchos para perder ciertas
dosis del respeto a los invasores.
En dicha ciudad vive Milos Hrma,
un joven e ingenuo aprendiz de ferroviario, que nos desgrana sus inquietudes (las
normales de un adolescente) y nos narra una buena cantidad de anécdotas un
tanto disparatadas con un tono humorístico capaz de disfrazar las situaciones
más complicadas y dramáticas.
Como ya en las primeras páginas
contemplaremos, historias cotidianas se mezclan con una guerra que los
protagonistas ven pasar en los “trenes rigurosamente vigilados”, que no son
otros que los convoyes que transportan miembros del ejército nazi, así como los
tanques y diverso material bélico, que se trasladan bien desde o bien hasta el
frente.