Irvine Wesh, escritor escocés
altavoz de los barrios bajos y con un estilo acelerado y transgresor, con un
alto porcentaje de palabras malsonantes y personajes marginados es toda una
celebridad en su país.
Su primer libro, según sus
propias palabras, es el más robado de las estanterías de las bibliotecas del
Reino Unido.
Tras la obra con la que irrumpió
en el panorama literario vinieron unas cuantas con mayor o menor éxito, aunque
siempre coqueteando con los personajes marginales y políticamente incorrectos,
aficionados al fútbol y habituales consumidores de todo tipo de drogas (entre
ellos cabe destacar “Éxtasis” y “Escoria”).
Volviendo al tema de su primer
libro, se realizó una adaptación cinematográfica estrenada en 1996 y que logró
un éxito notable, convirtiéndose en un filme de culto y una de las más
recordadas de la década. Se trata de “Trainspotting”.
El libro del que nos ocupamos
hoy, “Porno”, es la continuación de “Trainspotting”, escrito unos años
después del primero (2002) y cuya trama transcurre diez años después de
aquélla.
Sick Boy es el protagonista
principal de la nueva entrega. Es un personaje con el que es difícil conectar,
egoísta y egocéntrico, carente de cualquier tipo de escrúpulo, aunque es capaz de sacarnos un buen número de
sonrisas. Con las expectativas en franca decadencia, malvive en Londres
coqueteando con el tráfico de drogas y el proxenetismo. Tras una mala racha,
decide volver a Edimburgo a encargarse del pub de su tía, y en él se convertirá
en un imán de personajes de escasa reputación.
Además, empezará a flirtear con
el mundo del porno amateur, y avanzará en el proyecto de realizar una película
pornográfica en su propio local, con personajes de su entorno, entre ellos la
estudiante Nikki, que se convierte en parte de la narración.
Además de Sick Boy y del nuevo
personaje Nikki, tendremos noticias del resto de los protagonistas de
“Trainspotting”:
-Spud sigue siendo, diez años
después, el mismo yonki con buen corazón cuyas múltiples adicciones lo
convierten en alguien capaz de exprimir a todos los que tienen relación con él.
-Begbie termina su condena en la
cárcel tras diez años, y, lejos de calmar su agresividad y su actitud paranoica, la prisión no hizo
sino multiplicarlas, saliendo a relucir en cada vez mayor proporción .
-Renton vive alejado de
Edimburgo, una vez logrado su objetivo de alejarse de sus adicciones, aunque
avergonzado por haberse quedado con el botín y haber traicionado a sus antiguos
compañeros de fechorías.
Todo ello nos trae una novela
ágil, desvergonzada, divertida, una historia digna sucesora de la antigua, y
que, gracias a la mayor experiencia de Welsh, en ocasiones supera al original.
Los lectores que disfrutaron de “Trainspotting” disfrutarán tanto o más de
“Porno”.
Lenguaje soez y callejero (gran
trabajo del traductor con sus explicaciones de expresiones intraducibles),
personajes despreciables, descripciones explícitas de la ingesta de diferentes
drogas y con todavía más detalle de diferentes actos sexuales conviven con
filosofías de bar y discusiones inverosímiles e hilarantes que, tengo que
decirlo, me recuerdan en ocasiones a las que incorpora el cineasta Quentin
Tarantino en los diálogos de sus películas.
Tras varios intentos pasados,
parece ser que “Porno” va a convertirse en película, con el mismo equipo que “Trainspotting”,
el director Danny Boyle y los mismos actores, con la intención
de ser estrenada en el vigésimo aniversario del estreno de la primera, allá por
el 2016. Tras haber disfrutado enormemente con “Trainspotting” tanto en papel
como en celuloide, y de “Porno” en papel, será un estreno que seguiré con interés
y que a buen seguro me sacará algunas carcajadas.