viernes, 6 de septiembre de 2013

J.D. Salinger

El autor Jerome David Salinger (Nueva York, 1 de enero de 1919-New Hampshire 27 de enero de 2010) pasará a la historia como autor de su obra cumbre, “El guardián entre el centeno” y, además de ello, como una persona capaz de cualquier cosa para lograr el objetivo de defender su vida privada y su derecho a la intimidad intentando aislarse de las incomodidades que produce el hecho de ser una celebridad.


Nacido en una acomodada familia neoyorquina (su padre era el judío de origen polaco Solomon Salinger, propietario de una empresa de importación de productos alimentarios, y su madre Marie Jilich, católica de origen irlandés), no destacó por ser buen estudiante. 

Sus inquietudes se inclinaban hacia su verdadera vocación, la escritura, y ya desde temprana edad comenzó a dedicar bastante tiempo a escribir relatos cortos, tiempo que no dedicaba a sus estudios. De hecho, dados sus pobres resultados académicos, sus padres lo matricularon en la academia militar Valley Forge, en Pennsylvania, en la que cursó estudios durante dos años. Logró la graduación en dicha academia en 1936.

Una vez graduado, se matriculó en la Universidad de Nueva York, en la que pasó sin pena ni gloria, y a los pocos meses decidió viajar a Europa, para conocer los entresijos de la importación y así algún día heredar la empresa de su padre.

Tras unos años convulsos en Europa, en la que conoció a la que se supone fue su primer amor, una joven austríaca que formaba parte de la familia propietaria de la vivienda en la que se alojó, (y que resultó ser la destinataria del relato “A girl I knew”, escrito en 1947), regresó a su país y se matriculó en un curso de escritura en la Universidad de Columbia, impartido por Whit Burnett, que resultó determinante en el estilo de escritura de Salinger.

También le enseñó la manera de darse a conocer como escritor, y comenzó así a enviar sus relatos cortos a diversas revistas, obteniendo un número más alto de negativas que el número de relatos que llegaron a ver la luz.

En cuanto a su vida privada, Jerome (Sonny o Jerry eran sus apodos) se había enamorado perdidamente de su pareja: Oona O´Neill. Dicha relación fue interrumpida por la participación estadounidense en la Segunda Guerra Mundial, ya que Salinger se alistó en las tropas en abril de 1942, unos meses después del bombardeo de Pearl Harbor por parte de Japón. Salinger escribía a diario cartas a Oona, y el enterarse a través de la prensa en 1943 de que la joven se había comprometido con Charles Chaplin, 36 años mayor que ella, a contraer matrimonio, supuso un durísimo golpe para él.

En lo que se refiere a su carrera literaria, el impacto que causó el bombardeo de la base hawaiana y su posterior declaración de guerra supuso para Salinger el ver cómo se apagaba un sueño. Había conseguido que fuese seleccionado para ser publicado uno de sus relatos en la prestigiosa revista New Yorker: se trataba de “Slight rebellion off Madison”, y el protagonista de dicho relato era ni más ni menos que Holden Caulfield, que años más tarde se convertiría en personaje básico en la Literatura con su “El guardián entre el centeno”. Sin embargo, dicha publicación se vio aplazada.

El alistamiento del autor lo llevó a ser partícipe de alguna de las más cruentas batallas ocurridas en el viejo continente, e incluso su regimiento llegó a participar en el Desembarco de Normandía, donde fue uno de los primeros en desembarcar. Se dice que en dicho desembarco Salinger portaba seis capítulos de la que se convertiría en su obra más célebre…

Una vez rematada la guerra, Jerome pasó destinado a Weissenburg, localidad cercana a Nuremberg, realizando labores de contraespionaje. Sin embargo, los horrores vividos lo sumieron en una profunda depresión. El haber visto morir a cuatro de cada cinco de sus compañeros, el haber sido uno de los primeros soldados estadounidenses en ver en primera persona los campos de concentración y el enterarse de que la familia al completo que lo había alojado en Viena (incluso la joven que fue su primer amor) había fallecido en un campo de concentración, lo llevó a una situación que terminó en un internamiento voluntario en un hospital de Nuremberg.

En una reciente biografía, se dice sobre la Segunda Guerra Mundial que “Le destruyó como hombre, pero hizo de él un gran artista”.

En Alemania inició una relación con Sylvia Welter, oftalmóloga, y contrajo matrimonio con ella. En abril de 1946, cuatro años después de alistarse, finaliza su relación con el ejército, y regresa a EEUU con su esposa. Un mes más tarde de instalarse en Nueva York, en la casa familiar de Salinger, su matrimonio hace aguas y Sylvia regresa a Europa. Algunas malas lenguas afirman que Salinger acabó con todo en cuanto se enteró de que Sylvia había trabajado para la Gestapo, y teniendo en cuenta la procedencia judía (incluso su madre se convirtió al judaísmo) de la familia eso es algo que de ninguna manera se podría soportar; evidentemente es un dato con difícil demostración tantos años después de que haya sucedido.

Una vez plenamente instalado en su ciudad natal, y concretamente en el confortable barrio de Upper East Side, retoma su carrera literaria y en 1951 publica su primera novela corta: “El guardián entre el centeno” (reseña aquí). Obtiene un éxito inmediato y los jóvenes y la crítica se rinden a él. Su descripción de la sensación de rebeldía y las dificultades de adaptación de los adolescentes a la hipocresía de la vida adulta se convirtieron pronto, y de hecho sigue siendo así, en un referente universal.

A pesar de que Salinger es un autor que solemos identificar como un autor de una única publicación, lo cierto es que no es así, ya que en 1953 publicó “Nueve cuentos”, “Franny y Zoey” en 1961 y en 1963 una serie de novelas cortas protagonizadas por la Familia Glass (en los años 90 volvería a lanzar una publicación protagonizada por la misma familia que le generó numerosas criticas negativas).

Como vimos anteriormente, Jerome tuvo una poco exitosa vida amorosa. Tras los anteriores escarceos, en 1955 se casa con Claire Douglas, con la que emprende una vida familiar que tendrá como frutos dos hijos, finalizando dicha convivencia en 1968. A partir de ese momento comienza una vida alejada de los medios y de la sociedad, comenzándose a la par una leyenda en la que se van sucediendo rumores sobre su persona, incluido que tuvo relaciones con más de veinte de sus admiradoras y aspirantes a escritoras. 

Una de ellas, Joyce Maynard, publicó un libro describiendo la relación que mantuvo con él en 1972, cuando tenía dieciocho años, e incluyó en él cartas que le había mandado el escritor. Según Joyce, Salinger se pasó toda su vida "jugando a actuar en el papel de Holden Caulfield".

A menudo ha sido descrito como un personaje huraño, hermético, receloso de todo el mundo, obsesionado con la homeopatía, la alimentación sana y las filosofías orientales, y además de éso como una persona tremendamente posesiva. 

Todo ello nos llega a través de sucesivas biografías o menciones no oficiales, basadas en rumores u opiniones, sacando a la luz supuestos datos cuya publicación Salinger siempre combatió y que, probablemente, jamás deberían de publicarse. Ahora, tras su muerte, sus herederos probablemente accedan a publicar relatos que jamás vieron la luz, lo que supondrá una nueva distorsión de la imagen que quiso dar de si mismo el viejo Salinger.


De todas formas, el ansia por la privacidad en numerosas ocasiones violado por personas que se cruzaron en su vida y en ocasiones por periodistas con pocos escrúpulos, y el enorme oscurantismo que acompañó siempre a la persona no logra sino agrandar la leyenda del escritor que nos cedió uno de los libros más importantes del siglo XX.